Una potente tormenta invernal está azotando el centro de Estados Unidos, afectando a más de 60 millones de personas y paralizando diversos sectores del país. La tormenta, que comenzó el 5 de enero de 2025, trae consigo intensas nevadas, ventiscas, bajas temperaturas y hielo, lo que ha provocado serias interrupciones en el transporte aéreo y terrestre, así como otros servicios básicos. Las autoridades han emitido alertas en al menos una docena de estados, mientras las condiciones meteorológicas adversas continúan desplazándose hacia el este.
La tormenta ha tenido un grave impacto en el transporte, con miles de vuelos cancelados o retrasados. Según informes de FlightAware, más de 6.200 vuelos fueron retrasados y más de 1.500 cancelados, con aeropuertos en Misuri, Texas e Illinois siendo los más afectados. Las principales terminales de St. Louis y Kansas City en Misuri han sido las más impactadas, seguidas por el aeropuerto de Dallas-Fort Worth en Texas y Chicago O'Hare en Illinois. La razón de los problemas en los aeropuertos es la acumulación de nieve y hielo, lo que dificulta tanto el despegue como el aterrizaje de aeronaves.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha instado a los viajeros a evitar conducir por las carreteras, ya que muchas de ellas están cubiertas de hielo o nieve, lo que puede hacerlas extremadamente peligrosas. Las autoridades también informaron de múltiples accidentes en las carreteras, incluyendo 285 colisiones y 27 heridos en Misuri, debido a las condiciones resbaladizas de las vías. Las recomendaciones son claras: evitar salir a la carretera si no es estrictamente necesario.
Además de los retrasos en el transporte, la tormenta ha causado apagones generalizados. Más de 110.000 hogares se han quedado sin electricidad debido a las fuertes ráfagas de viento y las acumulaciones de hielo que han dañado las líneas eléctricas. Kentucky y Misuri son los estados más afectados, con más de 70.000 hogares sin servicio eléctrico, seguidos por Illinois, Texas y Luisiana. La situación ha llevado a los gobiernos locales a tomar medidas para garantizar la seguridad de los residentes y restablecer los servicios lo más rápido posible.
El NWS ha indicado que la tormenta se desplazaría hacia la costa este de Estados Unidos, afectando principalmente a estados como Ohio, Pensilvania y la capital, Washington D.C. En la zona metropolitana de Washington, se espera que la tormenta deje al menos 15 centímetros de nieve, lo que obligó a la alcaldesa Muriel Bowser a declarar el estado de emergencia y ordenar el cierre de las escuelas públicas.
Las previsiones del NWS también indican que, aunque el temporal avanzará con bajas temperaturas y nieve, el sur del país podría enfrentar otro tipo de fenómenos meteorológicos. Desde Arkansas y Luisiana hacia Misisipí y Alabama, se prevé la posibilidad de fuertes tormentas eléctricas capaces de generar tornados y vientos destructivos.
A lo largo del día, varios gobernadores se unieron a la lista de declaraciones de emergencia para garantizar que los recursos estén disponibles para hacer frente a la tormenta. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, se sumó a la lista y advirtió sobre la posible acumulación de nieve de al menos 15 centímetros en los condados del sur del estado. Esto agrega más presión sobre las autoridades locales, que han solicitado la colaboración de la comunidad para evitar que más personas circulen en las calles y se expongan a los peligros.
En resumen, este sistema meteorológico ha paralizado el centro de EE.UU., trayendo consigo desafíos tanto para las autoridades como para los ciudadanos. Con temperaturas bajo cero, carreteras resbaladizas, cortes de energía y riesgos de tornados en las próximas horas, la situación sigue siendo de alta alerta en muchas partes del país.