Las personas que crecieron en compañía de un hermano son conscientes que en muchas ocasiones la relación no es impecable, ya que este tipo de vínculos se pueden prestar para cumplir con ciertos roles como mejor amigo, el peor enemigo, el psicólogo, la estilista, entre otros.
Investigadores de la Universidad de York dieron a conocer que los niños que comienzan a molestar a sus hermanos de menor edad podrían propiciar un mayor riesgo de problemas de salud mental y bienestar durante el periodo de adolescencia.
El acoso de este tipo es muy común en la población actual, sin embargo, se ha visto como un comportamiento que deja al descubierto agresividad y desequilibrio que podría presentarse en un tiempo no muy lejano en autolesiones físicas, psicológicas y sociales.
De acuerdo con el estudio realizado a más de 17.000 personas, fue concluído que ha medida que este tipo de conductas de acoso son reiteradas entre los hermanos adolescentes, los problemas de salud mental podrían llegar a intensificarse de manera importante en los últimos años de esta etapa.
Por lo anterior, la mitad de los niños de 11 años involucrados en el estudio aseguraron haber sufrido algún tipo de acoso recientemente, pues al menos una vez por semana se les ha lastimado o han lastimado. Posteriormente, se reveló que al alcanzar la edad de 14 años, un tercio de ellos obtuvo una disminución importante en este tipo de actitudes.
Pese a percibir el acoso entre hermanos como “menos severo” a comparación del efectuado entre compañeros, se debe comenzar a considerarlo como un problema de salud pública y evitar normalizarlo.
Ante las circunstancias antes mencionadas, los jóvenes se han dejado ver como una de los sectores más vulnerables al acoso entre consanguíneos. Debido a ello, otro estudio realizado por los mismos autores profundizaron en el papel individual del niño, así como las características retomadas de los padres y otros factores familiares que podrían propiciar estas conductas agresivas como el acoso.
También se pudo determinar que las estructuras familiares juegan un papel importante, pues factores como el orden de nacimiento, el número de hermanos, las características de la crianza, tendrán repercusiones severas en el acoso efectuado entre hermanos.
A medida que van creciendo el acoso desde la adolescencia temprana, la víctima y el depredador podrían obtener un efecto positivo o negativo en su salud mental a largo plazo.
Si bien el acoso entre hermanos se ha relacionado anteriormente con malos resultados de salud mental, no se sabía si existía una relación entre la persistencia del acoso entre hermanos y la gravedad del resultado de salud mental a largo plazo”, afirmó Umar Toseeb, autor principal del estudio y especialista del departamento de Educación de la Universidad de York en el Reino Unido.