
La detención de 38 hombres vinculados a la iglesia de la Luz del Mundo en Michoacán terminó en un revés judicial para las autoridades federales. Un juez declaró ilegal el operativo que llevó a su arresto en un predio del municipio de Vista Hermosa y ordenó su inmediata liberación. Entre los capturados se encontraba un ciudadano estadounidense.
El fallo judicial señaló irregularidades graves: ausencia de orden de cateo, inconsistencias en los horarios asentados en la detención y la falta de pruebas para sostener delitos como asociación delictuosa y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército. La Fiscalía General de la República (FGR) no logró acreditar los cargos, pese a que en el lugar se aseguraron armas blancas, diecinueve réplicas de armas de fuego, equipo táctico y simuladores de explosivos.
El operativo en Vista Hermosa
El episodio comenzó en la madrugada del miércoles, cuando fuerzas estatales y federales ingresaron al predio tras recibir reportes vecinales de que en la zona operaba un supuesto campo de adiestramiento criminal. La expectativa era encontrar a un grupo armado vinculado con un cártel. En cambio, lo que hallaron fue la llamada guardia de Jahzer, una estructura interna de la Luz del Mundo integrada por fieles que dicen cumplir funciones de seguridad para la cúpula de la iglesia.
Este grupo, poco conocido hasta ahora, tiene antecedentes en otra agrupación similar: la guardia de Jericó, formada décadas atrás bajo las órdenes de Samuel Joaquín, padre del actual líder, Naasón Joaquín García. Sus integrantes, de acuerdo con testimonios, se encargan de vigilar templos, colonias de feligreses y residencias ligadas a la familia Joaquín, sobre todo en Hermosa Provincia, el barrio en Guadalajara que funciona como enclave político y religioso de la organización.
Entre la protección y la violencia
Exmiembros de la iglesia han descrito a estos guardias como algo más que simples custodios. Según el testimonio de Sharim Guzmán, sobreviviente de los abusos sexuales cometidos por Naasón Joaquín, los grupos de seguridad no solo resguardaban al “apóstol” y a su familia, también habrían participado en actos delictivos, incluyendo el resguardo forzado de víctimas y, en algunos casos, secuestros de mujeres. La liberación de los 38 integrantes en Michoacán revive esas denuncias y las coloca en un escenario aún más delicado.
La postura del gobierno federal
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el caso en su conferencia del 29 de septiembre. Confirmó que el sitio de Vista Hermosa sí funcionaba como un espacio de entrenamiento ligado a la Luz del Mundo y que en el lugar había armas reales y réplicas. Explicó que la detención estuvo a cargo de la Fiscalía estatal, pero los detenidos fueron remitidos a la FGR por la posible posesión de armas de uso exclusivo.
La mandataria matizó, sin embargo, que la jueza detectó irregularidades procesales, lo que derivó en la liberación. “Se sigue investigando por qué había este campo de entrenamiento ligado a una iglesia”, señaló, descartando de momento la existencia de otros predios similares.
Un momento crítico para la iglesia
El incidente ocurre mientras la Luz del Mundo enfrenta uno de los periodos más cuestionados de su historia. Su líder, Naasón Joaquín García, fue condenado en California por abuso sexual de menores y en Nueva York encara cargos por crimen organizado y tráfico de personas. La aparición de una guardia armada en Michoacán, aunque hoy sin sustento penal suficiente para procesar a sus integrantes, coloca a la organización nuevamente bajo un foco incómodo.
Procedencia de los detenidos
Entre los liberados había hombres provenientes de Nayarit, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Estado de México, Colima y Sonora, además del ciudadano estadounidense. Su liberación no significa el cierre del caso: las investigaciones sobre la estructura de seguridad de la iglesia continúan bajo supervisión federal.
Un desenlace provisional
El operativo que comenzó como una posible acción contra un cártel terminó destapando a un brazo de seguridad religioso que, según sobrevivientes, rebasa las funciones de protección. La justicia mexicana determinó que no había pruebas para sostener su detención, pero el episodio abre interrogantes mayores: ¿hasta dónde llega la red de protección de la Luz del Mundo?, ¿qué papel juegan estos grupos en los delitos que se le imputan a su líder?
Por ahora, los 38 hombres están en libertad. Y el caso queda en suspenso, bajo la promesa oficial de que las investigaciones seguirán su curso.