
“No importa cuánto tiempo tome, no importa qué tan rápido corras, la justicia siempre te encontrará...”
Con esas palabras, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos celebró la entrega del afamado narcotraficante mexicano: Rafael Caro Quintero, acusado de secuestrar, torturar y asesinar hace 40 años al primer agente en toda la historia de la DEA: Enrique “Kiki” Camarena.
Enrique "Kiki" Camarena Salazar, fue un agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos cuyo secuestro, tortura y muerte registrada en 1985, marcaron un parteaguas en la lucha contra el narcotráfico en México y en la historia de la DEA.
Nació el 26 de julio de 1947 en Mexicali, Baja California,, pero se trasladó a territorio norteamericano para trabajar en el campo, logrando con dedicación y esfuerzo, ingresar a las filas policiacas... 27 años después de colaborar en el Departamento de Policía de Calexico, California, Camarena se unió a la DEA en 1974, donde fue asignado para combatir el narcotráfico... 10 años más tarde, logró dar uno de los peores golpes al Cártel de Guadalajara, el primero formado en México... y es que gracias a sus labores de investigación, con ayuda de un piloto y exmilitar identificado como Alfredo Zavala quien en ese entonces trabajaba como piloto adscrito a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos... ubicaron, desmantelaron y destruyeron el plantío de droga más grande jamás visto en nuestro país: 8 mil toneladas de marihuana sembrada en las inmediaciones del llamado “Triángulo Dorado”.
Los hechos habrían derivado en un pleito personal con uno de los propietarios: Rafael Caro Quintero, quien, de acuerdo con las autoridades norteamericanas, ordenó su secuestro consumado el 7 de febrero de 1985 en la ciudad de Guadalajara.