El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, encabezó una reunión con su gabinete legal para revisar los avances y ajustes del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, la estrategia que articula las acciones federales y estatales para contener la violencia en la entidad. Dijo que se trata de una acción integral, con participación de todas las dependencias del gobierno, destinada a garantizar beneficios sociales, económicos y de seguridad para las y los michoacanos en todo el territorio.
A poco más de una semana del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, Bedolla confirmó que la Fiscalía estatal investiga el desempeño de los ocho policías asignados a su custodia. De acuerdo con la información oficial, los elementos formaban parte del círculo de seguridad inmediato del presidente municipal, a quienes él mismo había designado por confianza personal.
El mandatario explicó que se revisan pericialmente las circunstancias bajo las cuales se distrajo o “flexibilizó” la escolta del edil, y por qué el agresor fue abatido cuando ya estaba sometido. “Se está revisando qué fue lo que ocurrió para que se distrajera o flexibilizara su círculo de seguridad. Se está investigando también por qué el abatimiento en el lugar del homicida; porque al homicida lo detienen y momentos después hay un forcejeo y hay un solo disparo que lo abate. Eso también se está investigando”, dijo.
Bedolla reiteró que el asesinato de Manzo está vinculado a la delincuencia organizada y que el objetivo de las investigaciones es determinar qué célula operó el ataque y cuál fue el móvil. “Seguros estamos de que es un tema de delincuencia organizada —dijo—. Lo fundamental ahora es establecer qué grupo fue y qué motivo tuvo”.
Durante su conferencia, el gobernador también responsabilizó a los gobiernos de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de la crisis de violencia que hoy enfrenta Michoacán. Recordó que la llamada “guerra contra el narcotráfico” iniciada en 2006 dejó consecuencias graves para la entidad, entre ellas la militarización desordenada y el fortalecimiento de los grupos criminales locales.
“La famosa declaración de guerra contra el narcotráfico tuvo un resultado negativo en la época del sexenio de Felipe Calderón, y en la época de Peña Nieto hubo lo que todos sabemos y conocemos: se anunciaron miles de millones de pesos que nunca vimos, nunca llegaron”, afirmó. “La consecuencia fue haber mandado a lo que todos conocimos como el virrey, con poderes plenipotenciarios sobre el estado, y fue una catástrofe. Lo vivimos. Ahora es totalmente distinto, porque es una acción inmediata y directa, con la sensibilidad de la presidenta Claudia Sheinbaum que activa de inmediato las respuestas”.
El gobernador cerró su mensaje asegurando que el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia continuará en ejecución con presencia permanente de fuerzas federales y la coordinación directa del gabinete de seguridad nacional. Añadió que los resultados deberán medirse en el corto plazo con base en detenciones, reducción de delitos y recuperación de espacios públicos en las zonas más golpeadas por la violencia.