Bruce Lehr, abogado del actor, solicitó a finales de mayo un permiso para que Pablo Lyle viajara a México para trabajar y obtener así el dinero necesario para su defensa. Además, aseguró que este permiso no significa un riesgo de escape, pues "lo conocen tanto como a Brad Pitt en Estados Unidos"; sin embargo, el permiso le fue negado.
Ahora Pablo Lyle se anotó una pequeña victoria en su caso por homicidio involuntario en Miami, pues un juez accedió a dos de las peticiones que presentó su defensa para modificar las condiciones de su arresto domiciliario. La primera es que tendrá la oportunidad de asistir a misa y la segunda, le otorgaron horarios más flexibles para visitar a su familia.
Hasta el momento, se sabe que los abogados continuarán en su lucha por conseguir un permiso especial para que Pablo Lyle retome su trabajo en territorio mexicano y pueda pagar los servicios que la defensa le otorga.
La vida del actor mexicano dio un giro radical en marzo de 2019, luego de agredir a un hombre de 63 años llamado Juan Ricardo Hernández. Pablo Lyle viajaba junto a su familia rumbo al aeropuerto cuando tuvieron una discusión con otro conductor que terminó con un puñetazo del histrión.
Horas más tarde se reportó que Ricardo Hernández murió en el hospital por las complicaciones que el golpe y la caída le provocaron. Los cargos contra Lyle cambiaron inmediatamente y ahora se enfrenta a un juicio por homicidio involuntario. Por el momento se mantiene con un arresto domiciliario.
El próximo 11 de julio, Lyle tendrá una nueva audiencia para decidir si las partes involucradas están listas para comenzar con el juicio.