Lo que lleva la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo al mando de la Cuarta Transformación se perfila a cerrar con una inversión a la baja pues se ha quedado con recursos limitados para desarrollar más proyectos de infraestructura.
Tras la conclusión de algunas obras insignia del sexenio pasado y unas finanzas públicas presionadas, los recursos para la creación de nueva infraestructura se mantienen a la baja.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo (que contempla inversión pública y privada), suma 13 meses con caídas consecutivas.
Sólo considerando este año y el último dato a septiembre (con una caída de 8.4 por ciento anual), este indicador suma nueve meses con caídas.
Expertos en el tema, exponen que esta desaceleración económica, no será fácil revertir, pues de acuerdo con los gastos y prioridades del Gobierno de México rumbo al 2026, el gasto público se destinará a programas sociales y proyectos insignia.
El Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda muestra que entre enero y septiembre se destinaron 568 mil 886 millones de pesos al gasto en inversión física, monto 32.5 por ciento menor respecto al mismo periodo de 2024.
Las Estadísticas de Finanzas Públicas Estatales y Municipales del organismo muestran que al cierre de 2024 la inversión pública disminuyó en el sureste, principalmente en entidades de vocación turística como Yucatán y Quintana Roo.
En 2024, la IED en el sureste fue por seis mil 998.6 millones de dólares, una caída anual de 4.9 por ciento. En Yucatán la reducción fue de 54.3 por ciento anual y en Quintana Roo de 28.3 por ciento, según el Inegi.
Los datos del Inegi y de Economía muestran que la inversión, tanto pública como extranjera, es mucho menor en regiones como el sur y el sureste.