Ramón Juárez: de narrador deportivo a promesa azulcrema
Alfredo Tena, ícono del americanismo, marcó profundamente la formación de muchos jóvenes defensores durante su gestión como director de fuerzas básicas del Club América. Uno de los alumnos más destacados de sus “miércoles del Capitán Furia” fue Ramón Juárez, un joven que llegó al club con el sueño de convertirse en un futbolista profesional y que ha emergido como uno de los principales prospectos defensivos de las Águilas.
Antes de ser futbolista, Ramón Juárez exploró su pasión por el deporte de una manera distinta: como narrador deportivo. En 2015, con tan solo 14 años, participó en un concurso de narración en su natal Río Verde, donde obtuvo el segundo lugar narrando un partido de baloncesto. Para recibir su premio, Juárez vistió un uniforme del América, un gesto que, según su familia, simbolizaba el amor que ya sentía por el club, a pesar de que aún no había conexión formal entre ellos.
Ese mismo año, la vida de Ramón dio un giro cuando fue reclutado por el Club América en una visoría realizada en San Luis Potosí. Fue entonces cuando comenzó su camino en las fuerzas básicas del equipo, bajo la tutela de entrenadores que no solo pulieron sus habilidades técnicas, sino también le inculcaron los valores y el orgullo de portar la camiseta azulcrema.
Alfredo Tena dedicaba tiempo adicional a trabajar con los defensas juveniles, no solo en técnica, sino también en mentalidad y liderazgo. Ramón Juárez absorbió estas enseñanzas y se convirtió en un líder natural dentro de las categorías inferiores del América y la Selección Mexicana. Según Raúl Chabrand, quien dirigió a Juárez en el torneo Esperanzas de Toulon, el joven destaca por su visión de juego, dominio aéreo y liderazgo en el campo.
Miguel Herrera fue quien dio la oportunidad a Ramón de debutar en el primer equipo del América. Desde entonces, ha mostrado su capacidad en momentos clave. En el Apertura 2024, Juárez se ganó el cariño de la afición al anotar un gol decisivo contra Chivas en la fase regular, consolidando su papel en el equipo. Además, tuvo un paso breve pero significativo por el Atlético de San Luis, donde coincidió con el entrenador André Jardine, quien más tarde lo integró nuevamente al esquema americanista.
Ramón Juárez no solo es un ejemplo de perseverancia, sino también una pieza clave en la búsqueda del tricampeonato del América. Sus actuaciones recientes han reforzado su posición como uno de los defensores jóvenes más prometedores de México. Mientras tanto, su historia de transición de narrador deportivo a futbolista profesional inspira a nuevas generaciones que sueñan con llegar al máximo nivel en el deporte.
Con su carácter, técnica y el respaldo de entrenadores como Tena y Jardine, Ramón Juárez está llamado a consolidarse como una figura emblemática del Club América y del fútbol mexicano.