El mariscal de campo Patrick Mahomes y el ala cerrada Travis Kelce, ambos figuras destacadas de los Kansas City Chiefs, enfrentaron un grave problema fuera del campo el mes pasado cuando sus hogares fueron asaltados en un corto periodo de tiempo. Los informes policiales indican que los robos ocurrieron en días consecutivos, en medio de la preparación del equipo para un importante partido contra los New Orleans Saints. TMZ fue el primer medio en reportar estos incidentes, que tuvieron lugar justo antes y durante el partido, el cual culminó en una victoria de 26-13 para los Chiefs en su estadio local el 7 de octubre.
Antes de la práctica del miércoles, Mahomes expresó su frustración y desilusión ante la situación. "Obviamente es frustrante, decepcionante," comentó el quarterback, quien es conocido no solo por su destreza en el campo, sino también por su liderazgo. La investigación de ambos robos sigue en curso, y hasta el momento no se han reportado heridos ni detenidos en relación con estos incidentes.
El primero de los robos tuvo lugar en la residencia de Mahomes el 6 de octubre, apenas un día antes del partido. La propiedad se encuentra en una exclusiva comunidad privada en el noroeste del condado de Cass, en una zona residencial al sur de Kansas City. Según los documentos del Departamento del Sheriff obtenidos por The Associated Press, el reporte del robo fue registrado en la madrugada, cuando otra persona, cuyo nombre no fue revelado, alertó a las autoridades sobre la intrusión. Sin embargo, el informe no describe detalles de objetos faltantes o dañados.
Mahomes prefirió no compartir muchos detalles sobre el incidente debido a que la investigación continúa, limitándose a decir que es “algo que no le deseas a nadie y mucho menos a ti mismo”. Ronnie Lozano, portavoz del Departamento del Sheriff, confirmó en un correo electrónico que la investigación sigue activa, pero se negó a responder preguntas adicionales, incluidas aquellas relacionadas con posibles arrestos. Hasta ahora, tampoco ha habido comentarios oficiales por parte del fiscal del condado, quien no respondió de inmediato a las solicitudes de información.
Apenas un día después, la noche del partido de los Chiefs contra los Saints, la casa de Travis Kelce, ubicada en el suburbio acomodado de Leawood, Kansas, fue también asaltada. Este incidente ocurrió aproximadamente a las 7:30 p.m., mientras Kelce se encontraba en el Arrowhead Stadium disputando el juego. Curiosamente, su novia, la famosa cantante Taylor Swift, se encontraba en las gradas apoyando a Kelce y su equipo.
El informe de la policía de Leawood, obtenido posteriormente por The Associated Press, detalla que el robo fue reportado la madrugada del 8 de octubre y que las pérdidas incluían aproximadamente $20,000 en efectivo, además de daños en una puerta trasera de la casa. La propiedad de Kelce es una mansión de 1,440 metros cuadrados con una bodega de vinos, una piscina y un garaje con espacio para seis autos.
El capitán Jason Ahring, portavoz del Departamento de Policía de Leawood, se abstuvo de hacer comentarios específicos sobre el caso, citando que la política de la institución es no dar detalles de crímenes en donde las víctimas sobreviven, salvo en casos de accidentes fatales o homicidios. Asimismo, Melody Webb, portavoz de la oficina de la fiscalía del condado de Johnson, también se limitó a declarar que no tienen comentarios sobre el caso.
Los robos en las residencias de Mahomes y Kelce han generado preocupación no solo por el impacto que tienen en sus vidas personales, sino también por la seguridad de los jugadores de la NFL en general. Con la creciente popularidad de figuras deportivas como Mahomes y Kelce, quienes cuentan con millones de seguidores y una notable visibilidad pública, sus vidas están constantemente expuestas, lo que puede convertirlos en blanco fácil para quienes buscan aprovechar su situación económica.
El equipo de los Chiefs y los aficionados esperan que las autoridades logren resolver pronto estos casos y que los jugadores puedan enfocarse en su desempeño deportivo sin preocupaciones externas. Hasta el momento, ambos jugadores han evitado dar declaraciones adicionales sobre los incidentes y han tratado de centrarse en sus compromisos en el campo, aunque no cabe duda de que la experiencia ha sido perturbadora.
Este tipo de incidentes resalta la importancia de la seguridad en el hogar para las celebridades y deportistas, quienes muchas veces residen en zonas exclusivas pensando que esto garantiza su protección. Los robos en las propiedades de Mahomes y Kelce dejan claro que, incluso en comunidades cerradas y altamente vigiladas, las medidas de seguridad pueden ser insuficientes ante posibles ataques a la privacidad.
El caso de Mahomes y Kelce es un recordatorio de que la seguridad es crucial para quienes ocupan un lugar destacado en la esfera pública. La policía y las autoridades de justicia del área continúan investigando y, aunque por el momento no han dado señales claras sobre posibles sospechosos o arrestos, la comunidad espera que pronto puedan garantizar justicia para estas figuras del deporte.
A medida que los Chiefs avanzan en su temporada y buscan mantener su racha de victorias, los jugadores y sus familias esperan que este tipo de situaciones no vuelva a repetirse. Los incidentes han demostrado que, a pesar de sus éxitos deportivos, la vida privada de Mahomes y Kelce no es inmune a las preocupaciones y peligros que afectan a cualquier persona.