
El día de ayer a las 11 de la mañana, Marcela Alemán, madre de Lya, quien a sus cuatro años fue abusada sexualmente en más de una ocasión por parte de trabajadores del Instituto Luis Gonzalo Urbina, en San Luis Potosí; tomó las instalaciones del edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ubicado en República de Cuba número 60 colonia Centro.
Alemán, quien se encuentra junto con otros familiares de víctimas, exige que se haga justicia al caso de violación del cual fue víctima su hija, amarrada a una silla y advirtiendo que no liberará las oficinas hasta que no esté segura de que las autoridades harán su trabajo y castigaran a los criminales.
De acuerdo con ‘El Universal’, esta lucha ha comenzado desde marzo del 2017, cuando su hija llevaba siete meses en el colegio y descubrió que regresaba con popó en su ropa interior, al cuestionar a su hija, la menor le mencionó “Las maestras malas me pegan”, señalando su vagina y su ano como zonas afectadas.
Marcela detalla que ha sido gracias al tratamiento psicológico que Lya poco a poco ha ido hablando de sus agresores. Asimismo, señala que está cansada de pedir justicia, así como de visitar las oficinas en donde le dan números en los cuales no contestan.
Ante esto, ‘Excélsior’ informa que, de acuerdo con las personas que han tomado las oficinas, han recibido una llamada de la oficina de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, con la finalidad de iniciar una mesa de diálogo.
Afuera se encuentran dos mujeres del colectivo ‘Ni Una Menos’ las cuales han demostrado su apoyo hacía los familiares que se encuentran en las instalaciones.
Es una niña la que merece ser defendida por los Derechos Humanos pero no, todo un estado le ha pisoteado sus derechos, ha hecho con ella lo que quiere”.
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— Colectiva Independiente Revueltas (@ColectivaIndep1) September 2, 2020