
El pasado 18 de febrero, la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), levantó el cuerpo que estaba cubierto con cal en vía pública, pero la decisión de incinerar al animal despertó más dudas.
De acuerdo con Excélsior, los documentos de la Ley de Transparencia no revelan los resultados de la necropsia, ya que el cuerpo del león se encontraba en estado de descomposición avanzado.
Por las condiciones de putrefacción del león había un riesgo sanitario, como un foco de infección y contagio de enfermedades, con lo que se ponía en riesgo la integridad del personal.
Ante esto, la Profepa determinó incinerar al animal, por lo que el 19 de febrero fue trasladado a un crematorio.
Se determinó que el ejemplar se trataba de un león africano macho joven, debido a las características como la forma del esqueleto, tamaño de cabeza, patas, cola, cuerpo y las garras.