
La historia que les voy a narrar pareciera similar a las que ocurren en la mayor parte del país, pero el desenlace fue muy diferente. Ocurrió un enfrentamiento de la policía con delincuentes que portaban armas de alto poder y equipo táctico. Pertenecerían al Cártel de Sinaloa. Llevaban insignias en referencia a Ovidio Guzmán, “El Ratón”, heredero de “El Chapo” Guzmán. No les hablo del norte del país, sino del sur de la Ciudad de México…
Sin embargo, el desenlace de lo ocurrido en Topilejo nos demuestra que el camino a seguir es diferente al que marcan en Palacio Nacional y retrata también a un Presidente tibio, que evade hablar de la magnitud de la presencia del crimen organizado en la capital del país. Un territorio que, por cierto, la izquierda tiene en sus manos desde hace casi un cuarto de siglo.