
Morena ha elegido como abanderado de la Cuarta Transformación en Coahuila al polémico senador Armando Guadiana… Y el anuncio abrió una nueva grieta en la 4-T, porque el subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía, quien era el otro contendiente fuerte, dijo que no acepta los resultados… Además, amenazó con usar sus herramientas políticas para seguir peleando por la candidatura… En este momento que es coyuntural para el partido, más y más divisiones se generan…
La figura de Guadiana ha levantado varias cejas porque esta es la segunda vez que se presentaría para contender por Coahuila… Ya lo hizo en 2017 y perdió contra el actual gobernador Miguel Riquelme, al obtener únicamente el 12 por ciento de los votos… Sin embargo, desde entonces Morena ha ido creciendo… Ahora es el partido en la Presidencia, controla 22 estados y es mayoría en ambas Cámaras… Por lo que se pondrá a prueba toda esa maquinaria para levantar a un candidato con varios frentes abiertos…
Pero también se verá la capacidad de Morena para resolver sus disputas internas, pues Mejía ahora se une al coro de voces en contra de las designaciones de candidaturas a partir de encuestas… El mismo Monreal, que es aliado y amigo de Guadiana, lo dijo ayer: él no cree en las encuestas de Morena… De hecho hay toda una facción en Morena que pide modificar las reglas del método, el llamado grupo de “Progresistas Por la Unidad y Piso Parejo”, encabezado por Malú Mícher, senadora y una de las más cercanas a Marcelo Ebrard…
Ayer, entre los manotazos de Mejía, el presidente López Obrador salió a defender el método de encuesta… Rechazó que las cifras estuvieran “cuchareadas”… Pero la realidad es que la designación de Guadiana está siendo cuestionada dentro del partido… No falta quien piensa que hay acuerdos “en lo oscurito”... Ya se verá en los próximos meses cómo es que Morena cierra la cicatriz y le hace un traje de legitimidad a su futuro