
Dos décadas después de ganar “La Academia”, el maestro y cantante de Guerrero levanta la mano en el Senado, en un periodo clave para las discusiones de seguridad pública en el país.
El pasillo del Senado de la República se ilumina con el reflejo de las cámaras. Entre trajes grises y rostros serios, un hombre con porte sencillo, sonrisa contenida y pasos firmes se detiene frente a la Mesa Directiva. Erasmo Catarino González Delgado, el mismo que hace 20 años emocionaba con rancheras en un escenario televisivo, levanta la mano derecha para rendir protesta como senador de la República.
Viene de Xalpatláhuac, Guerrero, un pueblo enclavado en La Montaña, donde creció hablando náhuatl con sus padres, ambos maestros, y enseñando a niños en aulas de piso de tierra antes de la fama. En 2005, su voz se convirtió en bandera de miles que lo vieron triunfar en “La Academia” cantando “Déjenme si estoy llorando” y “La manzanita”. Hoy, su voz se escucha en un recinto donde no hay aplausos, sino leyes y discusiones que definen el rumbo del país.
Este jueves 26 de junio, Erasmo rindió protesta como senador suplente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en sustitución de Luis Armando Melgar Bravo, quien solicitó licencia por cuatro días. Será un tiempo corto en el escaño, hasta el 30 de junio, pero llega en medio de un periodo extraordinario donde se discuten reformas cruciales en materia de seguridad pública.
Erasmo ingresó al salón acompañado de Félix Salgado Macedonio, senador de Morena, y se le vio estrechando manos con discreción, con la misma timidez que en aquel escenario televisivo donde se enfrentó a Yuridia en la final que lo convirtió en ganador de la cuarta generación del reality.
En este mismo acto, Edna Geraldina García (PRI) y Raymundo Bolaños (PAN) también rindieron protesta como senadores suplentes. Desde la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña los invitó a ocupar sus lugares para integrarse de inmediato a los trabajos legislativos.
No es la primera vez que la política se cruza en la historia de un artista en México, pero para quienes conocen a Erasmo, su llegada al Senado es el reflejo de las vueltas de la vida. De vender discos en plazas públicas, de cantar en palenques y en ferias comunitarias, de estar ausente de los reflectores por años, a volver a ser noticia por asumir un cargo legislativo.
Quienes han seguido su historia saben que Erasmo ha sostenido su carrera musical sin perder de vista a su pueblo, donde ha impulsado proyectos comunitarios mientras alterna con presentaciones en México y Estados Unidos. En 2024, tras un periodo de pausa en su carrera artística, regresó a los escenarios en el “Generaciones Tour” con otros excompañeros de “La Academia”.
Su designación como suplente del PVEM por Chiapas generó reacciones encontradas entre empresarios locales, al considerar que un artista foráneo asumiera el cargo de legislador, aunque el partido destacó su conexión con las comunidades y su trayectoria pública.
Xalpatláhuac, el municipio que vio nacer a Erasmo, es un lugar que aparece como un punto pequeño en el mapa de Guerrero, al este de Chilpancingo. Para llegar se requieren más de cuatro horas en carretera, cruzando la sierra, con curvas que parecieran infinitas y poblados que parecen detenidos en el tiempo.
En su juventud, Erasmo caminaba por esas calles polvorientas para dar clases de primaria, antes de decidir enviar su audición a “La Academia”. Hoy, esas mismas calles lo recuerdan mientras ocupa un escaño que le permitirá participar en decisiones sobre leyes de seguridad pública y en discusiones que podrían marcar la agenda del país.
Su estadía será breve, pero simbólica. Porque para muchos, ver al maestro rural convertido en cantante y ahora en senador representa una historia que se conecta con quienes creen que las oportunidades pueden llegar de formas inesperadas.
Mientras tanto, en un recinto donde la política suele ser rígida y fría, Erasmo Catarino ocupa un lugar por unos días, recordando que, a veces, la historia se construye con voces que vienen de lejos, de lugares donde la música y las causas comunitarias son el inicio de todo.