
Nacido en San Miguel el Grande, una comunidad enclavada en la región mixteca de Oaxaca, Hugo Aguilar Ortiz ha dedicado más de 30 años de su vida a una causa constante: la defensa de los pueblos indígenas y los sectores excluidos del país. A sus 61 años, este abogado oaxaqueño es hoy uno de los candidatos con mayor respaldo ciudadano en la histórica elección judicial del 1 de junio de 2025, en la que por primera vez el pueblo mexicano votó directamente a sus ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Formado en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Aguilar es licenciado en Derecho y maestro en Derecho Constitucional. Su trayectoria lo ha llevado a ocupar cargos clave tanto en organizaciones sociales como en instituciones del Estado, siempre enfocado en visibilizar y garantizar los derechos de los pueblos originarios.
Actualmente, se desempeña como Coordinador General de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), pero su camino comenzó mucho antes, en los años en que Oaxaca enfrentaba una intensa lucha por el reconocimiento de sus comunidades originarias.
Fue subsecretario de Derechos Indígenas en el gobierno estatal, asesor del Instituto Electoral de Oaxaca y consultor de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Desde ahí, documentó y acompañó conflictos agrarios, denuncias por despojo territorial y procesos de autonomía indígena. También participó como asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en los Diálogos de San Andrés y formó parte del Congreso Nacional Indígena.
Su campaña como aspirante a la SCJN no fue tradicional. Recorrió comunidades, asistió a asambleas y dialogó con organizaciones que no suelen tener representación en los grandes debates jurídicos. Con el número 34 en la boleta morada, Aguilar Ortiz fue sumando apoyos con una propuesta clara: llevar a la Corte una mirada desde abajo, sin tecnicismos ni privilegios.
“Una justicia que entienda la realidad del pueblo y que escuche a quienes nunca han sido escuchados”, es una de sus frases más repetidas. Sus redes sociales, que mantiene activas, dan cuenta de su recorrido, su discurso cercano y su rechazo a los formalismos que —según afirma— han alejado al Poder Judicial de la sociedad.
Hasta las 9:00 de la mañana del 2 de junio, los conteos preliminares lo colocaban como uno de los aspirantes más votados del proceso, con más de 2.4 millones de sufragios. De confirmarse su llegada al Pleno, sería el primer ministro mixteco en la historia de la Corte, y uno de los pocos con una trayectoria construida fuera de los círculos tradicionales del poder jurídico nacional.
Hugo Aguilar ha insistido en que su candidatura no es solo personal. Representa, dice, el anhelo de justicia de miles de pueblos que han sido discriminados por siglos. Y si llega al máximo tribunal, asegura que no cambiará de lenguaje ni de causa: “No voy a quedarme callado ni a adaptarme al silencio de las élites. Seré un ministro fiel, combativo y honesto”.
Con esa promesa y una historia forjada en la defensa de los derechos colectivos, Hugo Aguilar Ortiz avanza con fuerza en la transformación que vive el Poder Judicial de México.