Sheinbaum también deberá hacer frente al enorme vacío que sin duda alguna dejará el presidente López Obrador… Políticamente, tendrá que encontrar el equilibrio entre la continuidad y el cambio… Igualmente, tiene frente a ella el enorme reto de cicatrizar y unir a un país dividido por seis años de polarización, donde hay un enorme sector de la población, entre ellos numerosos empresarios y los trabajadores del Poder Judicial, que rechaza al movimiento obradorista y, por lo tanto, a la actual Administración…
Más allá de cualquier ideología, esperemos que la presidenta Sheinbaum cumpla y nos deje un país más seguro, más próspero, más unido, menos desigual, menos violento, con mayor democracia y mayor acceso a derechos… Porque si le va bien a la presidenta, le irá bien a México… Y porque hoy, una vez más, es el día siguiente, el inicio de un camino que habremos de recorrer, juntas y juntos, todos los mexicanos.