Miles de migrantes en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, están organizando nuevas caravanas para cruzar el territorio oaxaqueño en su ruta hacia Estados Unidos. Este movimiento masivo ocurre en medio de la crisis de violencia en Chiapas, exacerbada por la disputa entre cárteles, y frente a la incertidumbre sobre los permisos migratorios del Instituto Nacional de Migración (INM).
Luis Rey García Villagrán, defensor de los derechos humanos de los migrantes, advirtió que hay unos 80 mil migrantes atrapados en estas ciudades, muchos de los cuales han sido engañados con la esperanza de obtener permisos de tránsito a través del INM o de lograr una cita mediante el sistema CBP One, de las autoridades migratorias de Estados Unidos. García Villagrán ha denunciado que las autoridades mexicanas no solo no están resolviendo la situación, sino que mantienen a los migrantes en un estado de vulnerabilidad extrema, sujetos al riesgo de secuestro, extorsión y violencia por parte del crimen organizado que controla partes del estado.
El defensor afirmó que, en lugar de prometer permisos que no llegan o que son difíciles de conseguir, las autoridades mexicanas deberían facilitar el tránsito de los migrantes hacia el norte del país, ayudándolos a evitar las situaciones peligrosas a las que se enfrentan en el sur. Desde el inicio del año, ha habido varias muertes en la región del Istmo de Tehuantepec, con migrantes que han fallecido al naufragar, al ser atropellados en carreteras o debido a otros incidentes fatales. En su intento por llegar a una vida mejor, estos migrantes han pagado el precio más alto.
Actualmente, dos caravanas ya se encuentran avanzando por el Istmo de Tehuantepec. La primera, formada por aproximadamente 150 personas, está en Matías Romero, mientras que la segunda, que cuenta con unas 400 personas, ha llegado al poblado El Morrito. Estas caravanas continúan su travesía hacia la zona norte del Istmo, donde se unirán a otras que planean salir en los próximos días.
La violencia que se vive en Chiapas ha intensificado la urgencia de estos migrantes por dejar la región. Luis Rey García Villagrán hizo hincapié en que la disputa entre cárteles ha generado un ambiente cada vez más peligroso para quienes buscan cruzar el estado. Ante la falta de soluciones por parte del gobierno mexicano, muchos de los migrantes han optado por unirse a caravanas como la única opción segura para avanzar hacia el norte.
La situación migratoria en México se complica además por el contexto internacional. Con las elecciones presidenciales en Estados Unidos a la vuelta de la esquina, las políticas migratorias del país vecino pueden endurecerse, lo que aumenta la presión sobre quienes buscan cruzar antes de que se implemente cualquier medida más restrictiva. Mientras tanto, la falta de infraestructura y apoyo en los estados del sur de México agrava el problema, generando una crisis humanitaria de gran escala.
A pesar de estos desafíos, los migrantes siguen avanzando con la esperanza de llegar a Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades y seguridad. Las caravanas se han convertido en un símbolo de resistencia frente a la violencia y la incertidumbre.