Donald Trump y su lucha contra el narcotráfico, ¿es realmente un proyecto de pacificación? ¿o se trata de amenazas meramente para presionar políticamente a la región latinoamericana y mantener el foco internacional sobre él?
Desde septiembre de 2025, el gobierno estadounidense ha intensificado su ofensiva contra grupos dedicados al trasiego de sustancias nocivas para la salud. Ciertamente, estas acciones han sido muy criticadas, pues los ataques contra embarcaciones sudamericanas, en específico venezolanas, con presuntos narcotraficantes a bordo no han sido argumentadas, ni documentadas con información tangible de que estas personas efectivamente se dedican a alguna actividad delictiva.
De acuerdo con la Oficina de Washington en Latinoamérica, hasta el 16 de noviembre, el número conocido de muertes por 21 ataques letales de Estados Unidos contra embarcaciones civiles asciende a 83.
Este capítulo ha sido marcado por la rivalidad entre Estados Unidos y Venezuela, entre Trump y Maduro. El gobierno trumpista recientemente nombró como organización terrorista al llamado “Cártel de los Soles”, un grupo que según denuncian, está avalado y cuenta con la participación activa de funcionarios venezolanos de alto nivel. El propio Marco Rubio, secretario de estado estadounidense aseguró que el presidente venezolano está acusado formalmente de narcotráfico desde 2020 por un jurado de Nueva York.
Ahora surgió un nuevo capítulo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó otra advertencia: cualquier país que produzca y trafique droga hacia el país de las barras y las estrellas "está sujeto a ataques". De manera explícita dijo que también podría incluir ahora a Colombia en estas operaciones terrestres contra el narcotráfico con las que ya ha amenazado a Venezuela.
Los potenciales ataques en tierra venezolana significarían una expansión de la operación militar Lanza del Sur. Pero lo cierto es que el despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas, uno de los mayores de las últimas décadas, incrementó la presión sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para dejar el poder.
Para el gobierno estadounidense, Venezuela está afectada por actividades delictivas, y existen evidencias de vínculos profundos entre funcionarios del gobierno y economías ilícitas, incluyendo el tráfico de drogas, el contrabando de combustible, la minería ilegal y el lavado de dinero. Ha señalado que el desmantelamiento de las instituciones democráticas bajo un gobierno autoritario permite que los funcionarios y otros actores actúen con impunidad.
Quien también salió a las declaraciones fue el departamento de defensa de Estados Unidos, que reveló que cuenta con un plan de contingencia ante una eventual huida de Nicolás Maduro de Venezuela. También, la portavoz del Pentágono afirmó que esta dependencia se encuentra “a la entera disposición” del presidente Donald Trump para ejecutar cualquier acción considerada necesaria.