Al menos 63 personas han muerto y muchas más están desaparecidas tras las devastadoras inundaciones que han golpeado el este de España, en lo que se ha convertido en una de las peores catástrofes naturales en la historia reciente del país. Las intensas lluvias, que se registraron el lunes y el martes, sumergieron localidades enteras, cortaron rutas y causaron interrupciones generalizadas en las telecomunicaciones.
El diluvio, que descargó en menos de 24 horas el equivalente a más de un mes de lluvia en algunas zonas del sur y este del país, dejó una estela de destrucción a su paso. Las autoridades locales informaron que la mayor parte de las víctimas mortales se registraron en la región de Valencia, una de las áreas más afectadas por la tormenta. Al amanecer del miércoles, imágenes de medios locales mostraban carreteras cubiertas de escombros y barro, mientras las cuadrillas de rescate intentaban acceder a las áreas más devastadas.
Entre las víctimas también se encuentra una mujer que perdió la vida en Mira, una pequeña localidad en la provincia de Castilla-La Mancha, vecina a Valencia. En el municipio de Albacete, seis personas más han sido reportadas como desaparecidas, mientras las autoridades continúan con los operativos de búsqueda.
Las imágenes que circularon mostraban cómo las aguas arrasaron casas, autos amontonados en las calles anegadas y poblaciones enteras incomunicadas. Los daños a la infraestructura de transporte fueron significativos, con trenes regionales detenidos en Valencia y las escuelas cerradas en varias localidades. Las condiciones meteorológicas adversas también afectaron el suministro eléctrico y la cobertura telefónica en muchas zonas, complicando las labores de rescate y las comunicaciones entre las autoridades y los residentes.
Ante la magnitud de la emergencia, más de 1,000 soldados de un equipo de respuesta de emergencia han sido desplegados para ayudar en las labores de rescate. Sin embargo, se teme que el número de fallecidos y desaparecidos continúe aumentando a medida que se acceda a las áreas más remotas y gravemente afectadas. Las autoridades locales han habilitado una línea telefónica para reportar a personas desaparecidas, al tiempo que se insta a la población a evitar desplazamientos innecesarios.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, expresó el miércoles sus condolencias y solidaridad con las víctimas en un emotivo discurso desde Madrid. "España entera está y estará con vosotros", afirmó, comprometiéndose a ayudar en la reconstrucción de las áreas afectadas. "Unidos vamos a reconstruir vuestras calles, vuestras plazas, vuestros puentes", dijo Sánchez, subrayando el apoyo del gobierno central a las regiones afectadas.
Los meteorólogos han advertido que las lluvias continuarán en los próximos días. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) elevó el nivel de alerta de emergencia al máximo para la región costera de Valencia. Se espera que la tormenta, que ha causado precipitaciones sin precedentes, siga su curso hacia el norte y noroeste de España, afectando a otras regiones como Andalucía y Murcia. Se estima que algunas áreas podrían recibir hasta 200 litros de lluvia por metro cuadrado antes de que las condiciones comiencen a mejorar.
A pesar de que las tormentas en otoño son comunes en España, los habitantes de las zonas afectadas se han visto sorprendidos por la intensidad de las lluvias. En el municipio de Chiva, por ejemplo, se registraron más de 491 litros de agua por metro cuadrado en tan solo ocho horas, prácticamente la cantidad de lluvia que suele caer en todo un año. Las autoridades locales y nacionales están trabajando a contrarreloj para hacer frente a la crisis y prestar ayuda a las zonas más vulnerables.
La magnitud de la tragedia ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de algunas infraestructuras frente a fenómenos meteorológicos extremos, lo que ha reavivado el debate sobre las políticas de gestión de desastres y el cambio climático en el país. Mientras tanto, España permanece en alerta, a la espera de que el temporal ceda y los equipos de rescate puedan evaluar la magnitud total de los daños.