
China presentó al mundo una innovación tecnológica que parece sacada de una película de ciencia ficción. Se trata de un dron tan pequeño como un mosquito, casi imposible de detectar a simple vista o por medios convencionales. Mide entre 1.3 y 2 centímetros de largo, tiene un cuerpo de 3 cm y pesa menos de 0.3 gramos.
El dron cuenta con dos alas ultraligeras y tres patas muy finas que le permiten mantenerse estable sobre distintas superficies. Su estructura tiene sensores, sistemas de comunicación, circuitos de control y una fuente de energía.
Además, el Centro de Tecnología de Defensa Nacional china, encargado de este proyecto, está trabajando en más avances como un robot humanoide que serviría para incursiones bélicas y trabajos pesados.