
La violencia política no tiene límites. En Estados Unidos, un delincuente se disfrazó de policía para intentar matar a por lo menos 70 políticos demócratas, siendo sus primeras víctimas la congresista Melissa Hortman y su esposo Mark, asesinados en Brooklyn Park, Minnesota. Minutos antes, a pocos kilómetros de la escena del crimen, el senador estatal John Hoffman y su esposa, Yvette, sobrevivieron a un ataque similar perpetrado por este mismo sujeto.
Los ataques fueron perpetrados la madrugada del 14 de junio en dos distintos puntos de Minnesota por un mismo agresor, quien fingió ser policía para generar confianza en los políticos y consumar el atroz crimen.
Según el reporte oficial, el primer ataque tuvo lugar en la ciudad de Champlin, donde a muy temprana hora una llamada al 911 alertó a las autoridades sobre disparos al interior de una vivienda. Al llegar, la policía encontró al senador John Hoffman y a su esposa, Yvette, gravemente heridos, por lo que fueron trasladados a un hospital donde actualmente se reportan en estado grave.
Después, a solo 13 kilómetros del primer ataque, el reporte de un vehículo con placas falsas, estacionado con las luces encendidas al exterior de la vivienda de la legisladora Hortman, movilizó a los cuerpos de emergencia. Cuando arribaron las autoridades, fueron recibidas por un sujeto vestido como policía quien, sin mediar palabra alguna, abrió fuego en contra de los oficiales, logrando escapar en ese momento y abandonando el vehículo homicida.
Dentro de la vivienda fueron hallados los cuerpos sin vida de la congresista de 55 años, expresidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota y figura reconocida del Partido Demócrata. A su lado, tendido en el piso, el de su esposo, Mark.
Mientras que al interior del automóvil, los policías hallaron una lista con al menos 70 nombres afines al Partido Demócrata, entre funcionarios, médicos y activistas sociales. Asimismo, fue localizado un escrito y documentos con el lema “No Kings”, una consigna asociada con protestas antigubernamentales.
Tras confirmar la noticia y calificar los hechos como un asesinato político planificado, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, activó el Centro de Operaciones de Emergencia para coordinar la respuesta de múltiples agencias y lograr capturar al responsable, quien horas más tarde fue identificado como Vance Luther Boelter, un hombre blanco de 57 años con experiencia como guardia de seguridad privada. Según su perfil en redes sociales, el asesino habría sido director de una firma de seguridad que operaba en zonas de conflicto como la Franja de Gaza y el sur del Líbano. También laboró como gerente en una tienda 7-Eleven de Minneapolis y tuvo relación con la empresa Nestlé en los años 2000. En su biografía se describe a sí mismo como exmilitar y operador internacional de seguridad.
Pero ninguno de los atributos que resaltaba en internet fueron suficientes para evadir a la justicia, pues Boelter fue localizado y capturado por elementos del FBI y del equipo SWAT horas después de los atentados. Se escondía en un granero de la zona rural al norte de Minnesota, donde no opuso resistencia alguna al momento de ser detenido.
En cuanto al perfil de las víctimas, Melissa Hortman era madre de dos hijos y es catalogada como una de las voces más prominentes del Congreso estatal en temas de control de armas, medio ambiente y derechos de las mujeres. Presidió la Cámara de Representantes de Minnesota entre 2019 y 2024. Además, horas antes de su ejecución, la congresista demócrata rompió en llanto tras votar junto a los republicanos para recortar el acceso a salud para migrantes ilegales.
Por su parte, el legislador de 60 años que hoy se debate entre la vida y la muerte representa el Distrito 34 del Senado estatal y se mantiene activo participando en comisiones de salud, discapacidad y derechos sociales.