
La tarde del sábado se tiñó de luto en Linares, Nuevo León. Juan Pulido Díaz, secretario del Ayuntamiento municipal, fue atacado a balazos afuera de su domicilio. Aunque las autoridades intentaron trasladarlo a un hospital en Monterrey, no sobrevivió. Tres días después, su féretro fue despedido entre aplausos, oraciones y flores frente a la presidencia donde trabajó hasta sus últimas horas.
El ataque ocurrió el 7 de junio poco después de las cinco de la tarde. De acuerdo con reportes oficiales, Pulido se encontraba en su domicilio ubicado en la colonia La Moderna, cuando un sujeto armado, presuntamente a bordo de una motocicleta, preguntó por él. Al salir a la calle, el funcionario recibió al menos cuatro disparos a quemarropa.
La agresión fue directa y fulminante. Aunque todavía con vida, la gravedad de las heridas hizo imposible su traslado aéreo a una clínica privada en Monterrey, como había sido previsto por Protección Civil de Nuevo León. La muerte fue confirmada antes de que se concretara el operativo médico.
La zona del ataque fue resguardada por policías municipales, elementos de Fuerza Civil y agentes ministeriales. Se activó el Operativo Muralla, desplegando seguridad en todo el municipio. A pesar del despliegue, hasta el momento no se ha informado sobre detenidos ni se ha identificado públicamente al agresor.
Pulido Díaz tenía 39 años y se desempeñaba como secretario del Ayuntamiento desde 2023. Según fuentes cercanas a la administración local, había comunicado que planeaba presentar su renuncia este lunes 10 de junio. Tenía formación como abogado por la Universidad Autónoma de Monterrey y contaba con una trayectoria de más de dos décadas en el servicio público, habiendo ocupado cargos como juez calificador y director jurídico del mismo ayuntamiento.
La noticia de su asesinato cayó como un balde de agua fría en el ayuntamiento y en toda la comunidad política de Linares. Compañeros de oficina no daban crédito a lo ocurrido. Algunos se enteraron mientras aún seguían en sus labores; otros, por redes sociales. La dirigencia estatal de Morena, partido al que pertenecía Pulido, lamentó profundamente su muerte y expresó sus condolencias a la familia. Desde la presidencia municipal, el alcalde Gerardo Guzmán González rompió el silencio con un mensaje breve, pero cargado de dolor: calificó lo sucedido como un “trágico ataque armado” y aseguró que el gobierno local acompaña a los suyos en este momento de duelo.
Este lunes 9 de junio, a las 10 de la mañana, Linares se detuvo por un momento para despedir a su funcionario. Familiares, amigos y servidores públicos se reunieron en la Catedral de Linares para una misa de cuerpo presente. Posteriormente, el cortejo fúnebre se trasladó a la plaza Villegas, justo frente al palacio municipal, donde se rindió un homenaje oficial al abogado y secretario asesinado.
Ahí, frente a su oficina, se guardó silencio. Hubo flores, abrazos contenidos y palabras de despedida. Más tarde, el cuerpo fue llevado al panteón municipal, donde se le dio sepultura en presencia de sus seres queridos.
En medio del duelo, persiste la exigencia de justicia. El crimen de Juan Pulido Díaz no solo dejó un vacío en la administración local, sino también muchas preguntas sin respuesta. Por ahora, el Ayuntamiento de Linares guarda luto… y la comunidad, memoria.