
El silbatazo aún no marcaba el final del partido, pero en la cancha ya no se jugaba fútbol.
Un grupo armado irrumpió la tarde del domingo 1 de junio en un campo deportivo de la colonia La Nopalera, en Temixco, Morelos, y abrió fuego contra dos hombres que se encontraban entre los asistentes. Una mujer, que nada tenía que ver con el objetivo del ataque, también resultó herida.
Los disparos se escucharon poco antes de las cinco de la tarde, cuando el juego transcurría con normalidad. Según testigos, al menos dos sujetos descendieron de una motocicleta y, sin mediar palabra, dispararon directo hacia un punto específico del campo. Los asistentes corrieron. Algunos se arrojaron al piso. Otros saltaron bardas para escapar.
Uno de los hombres quedó tendido sobre el pasto, con heridas visibles en el abdomen. El otro fue alcanzado cuando intentaba protegerse detrás de una banca. La mujer, que acompañaba a un familiar en las gradas, fue herida por esquirlas en una pierna. Los tres fueron trasladados por paramédicos municipales a un hospital cercano. Hasta el cierre de esta nota, se desconoce su estado de salud.
Los agresores huyeron del lugar entre el caos, aprovechando la confusión. Testigos refirieron que tomaron rumbo hacia la salida a Acatlipa, pero ninguna corporación logró su detención. Elementos del Ejército Mexicano, policías estatales y peritos de la Fiscalía arribaron minutos después para acordonar el área y levantar los primeros indicios.
En el campo quedaron esparcidos casquillos percutidos. El balón, detenido en medio del círculo central, fue lo único que nadie se atrevió a tocar. La escena quedó vacía en minutos.
Vecinos relataron que en la zona es común ver patrullajes, pero los hechos violentos no han cesado. En menos de una semana, Temixco ha registrado dos asesinatos y una serie de extorsiones en negocios locales. “Uno ya no puede ni venir a ver un partido tranquilo”, lamentó un hombre que prefirió no dar su nombre.
La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación por lesiones calificadas y tentativa de homicidio. No se ha confirmado si las víctimas tenían antecedentes o si el ataque estuvo relacionado con alguna disputa previa.
El campo, utilizado habitualmente por ligas vecinales, permanecía este lunes cerrado por seguridad. Algunos jugadores regresaron a recoger mochilas, ropa o balones que quedaron abandonados tras el tiroteo. Otros simplemente no volvieron.
Hasta ahora, no hay personas detenidas por el ataque. Las autoridades han prometido reforzar la seguridad en espacios públicos, pero en Temixco, como en muchas otras partes del país, la violencia sigue interrumpiendo incluso lo más cotidiano: un domingo de futbol.