El comediante Alfredo Ordaz Campos, conocido como Lapizito, se encuentra en el centro de una controversia tras ser acusado de abuso físico y psicológico por su expareja, la influencer Fer Durán. La denuncia, realizada a mediados de agosto en redes sociales y ampliada por Durán en múltiples publicaciones y pódcasts, ha generado un debate público sobre las acusaciones y el impacto de las figuras influyentes en temas de violencia de género.
Fer Durán, quien mantuvo una relación con Lapizito, utilizó su cuenta de Instagram para compartir su testimonio, afirmando que vivió episodios de violencia y control extremo durante su relación con el comediante. Según la influencer, la situación llegó al punto de que Lapizito la "secuestró" en una ocasión, quitándole su celular para que no pudiera pedir ayuda. Estos testimonios se ampliaron en el pódcast *Un tal Fredo*, donde Durán describió a Lapizito como alguien “extremadamente celoso y posesivo”.
En una de sus publicaciones en redes, Durán expuso su motivo para revelar su historia. “No quería llegar a este punto de exponer las pruebas de las cosas tan dolorosas que viví”, afirmó. En el mismo mensaje, explicó que Ordaz Campos, hermano de la famosa influencer Gomita, sigue intentando hacerle daño a ella y a su familia, y que, según Durán, el comediante habría contratado personas para intentar limpiar su imagen y desacreditar las acusaciones en su contra.
Las pruebas compartidas por la influencer han generado conmoción en la opinión pública. Durán mostró varias imágenes de golpes y moretones en el rostro, piernas y brazos, así como ropa manchada de sangre y mechones de cabello que supuestamente le habría arrancado Lapizito durante sus discusiones. Además, compartió audios en los que se escucha a Ordaz Campos gritándole, insultándola y rompiendo objetos, capturando la dinámica de violencia que, según Durán, definió su relación.
En uno de estos audios, que fue eliminado de su cuenta aunque la influencer aseguró no haberlo borrado, se escuchan frases llenas de insultos y comentarios agresivos en los que, según Durán, Ordaz Campos la ataca psicológicamente, cuestionando su vida profesional y personal. El contenido de este material fue particularmente perturbador para los seguidores de Durán, quienes le expresaron su apoyo incondicional en redes sociales. “No estás sola, todos te creemos y estamos contigo”, “Qué se haga justicia”, y “Ni un abusador más. Va a terminar donde tiene que estar: en la cárcel”, son algunos de los mensajes de apoyo que recibió.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, ni Lapizito ni su hermana Gomita, también una figura pública conocida por haber denunciado violencia familiar en el pasado, han emitido declaraciones sobre el tema. La falta de respuesta de Ordaz Campos ha generado críticas entre sus seguidores, quienes han comenzado a expresarse en sus publicaciones, cuestionando su silencio ante las acusaciones.
Por otro lado, la situación ha vuelto a resaltar la relación de Lapizito con su padre, quien fue acusado en el pasado por Gomita de abuso físico, lo cual añade una capa adicional de tensión al caso. Algunos seguidores en redes han señalado el paralelismo entre las acusaciones hacia el comediante y la situación vivida por su hermana, argumentando que el contexto familiar podría estar relacionado con la actitud violenta que Durán denuncia en su expareja.
Este caso no solo ha sacudido la vida personal de Lapizito, sino que también ha generado un amplio debate en redes sobre el impacto de figuras públicas y su responsabilidad en temas de violencia de género. La denuncia de Fer Durán ocurre en un contexto donde cada vez más personas se sienten empoderadas para contar sus historias de abuso, exigiendo justicia y visibilización para casos similares.
Aunque Durán señaló en sus publicaciones que ya existe una denuncia en contra de Lapizito, aseguró que teme por su seguridad y la de su familia. En uno de sus mensajes públicos, hizo responsable a Ordaz Campos de cualquier situación adversa que ella o sus seres queridos pudieran enfrentar. Esta declaración ha intensificado la preocupación de los seguidores de la influencer, quienes piden a las autoridades actuar y garantizar su protección.
La historia de Durán ha resonado profundamente en una audiencia sensibilizada por el creciente número de denuncias públicas de violencia de género. Algunos seguidores y defensores de los derechos humanos destacan la importancia de que casos como este se investiguen a fondo y que se tome en serio la necesidad de justicia. En redes sociales, la etiqueta *#NiUnaMás* se ha sumado a la conversación, recordando que muchas víctimas siguen enfrentando dificultades para exponer su verdad y lograr justicia.
Mientras tanto, el silencio de Lapizito continúa siendo tema de debate. A medida que aumenta la presión en redes sociales, muchos se preguntan si el comediante finalmente saldrá a dar su versión de los hechos, o si las pruebas aportadas por Durán llevarán a que se presenten cargos formales en su contra. La comunidad en redes y los seguidores de ambos influencers están a la expectativa de la próxima reacción de Ordaz Campos y de cualquier actualización en el caso legal.
Este controvertido episodio ha reavivado las conversaciones sobre la responsabilidad de las figuras públicas en temas de violencia de género y la necesidad de proporcionar apoyo a las víctimas para que puedan contar sus historias sin temor a represalias.