
A Trump le encanta la atención. Decir eso hasta parece obviedad. Una y otra vez ha demostrado que lo suyo, lo suyo, es ser el centro de atención. También le encanta combinarlo con lo pomposo. Todo lo que implique ceremonias de lujo, protocolo y gala, él le entra. Pues va a tener una oportunidad histórica. Será el mandatario responsable de entregar la Copa del Mundo en 2026 en Nueva York y de inaugurar los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Es tan raro que esto suceda que solamente la reina Isabel II de Inglaterra lo ha hecho. Quizás porque estuvo 70 años en el trono le alcanzó para inaugurar y clausurar un mundial de futbol y unos Juegos Olímpicos. Trump se unirá a la lista de los honores deportivos durante su segundo mandato.
Esta edición del torneo más importante del futbol será inédita. Cómo saben, por primera vez tres países compartirán sede. México, Canadá y Estados Unidos. Todo iniciará el 11 de julio del 2026. Ese día rodará el balón en el Estadio Azteca por tercera vez en un mundial. La presidenta Claudia Sheinbaum será la encargada de poner en marcha el torneo. No le toca a Trump. Lo que sí le toca va a ser entregar el trofeo más valioso del mundo al ganador el 19 de julio en Nueva York, en su ciudad. En el fut sí esta difícil que haga a “América Great Again”.
París dejó la vara altísima para los Juegos Olímpicos. Quizás los más espectaculares en toda la historia. La ciudad se pintó sola para hacer la justa. Los Ángeles intentará hacer lo suyo. Por tercera vez, al igual que París y Londres, la ciudad de California le dará la bienvenida al mundo entero para los Juegos Olímpicos de 2028. Quién también dará la bienvenida será Trump. El viernes 14 de julio cumplirá con la tradición de declarar inaugurados los trigésimo cuartos Juegos de la Olimpiada de verano. Prácticamente esas son las palabras que saldrán de su boca.
Intentará dejar su huella en los olímpicos. El ahora presidente de Estados Unidos fue muy verbal durante su campaña sobre los asuntos de género y los deportes. Utilizó el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif* para ejemplificar lo que no permitiría en su país y, por ende, en los Olímpicos.
Y así lo que hoy inicia y nos espera en estos años con Trump. Sin duda las postales de ambos eventos y el involucramiento del presidente se quedarán para el resto de la historia.
*Imane Khelif es una boxeadora argelina que produce cantidades altas de testosterona para una mujer. Pero se identifica como mujer y siempre lo ha sido.