Efraín Juárez tocó la cumbre del futbol de Colombia. Como entrenador del Atlético Nacional logró algo que solamente otros dos directores técnicos habían alcanzado. En menos de 6 meses reescribió la historia de un futbol muy ajeno a los mexicanos. Logró sacar de la crisis al equipo de Medellin, darles el campeonato de copa y el de liga. El ex futbolista mexicano se unió a una selecta lista de entrenadores del Atlético Nacional.
Todo inició en agosto del año pasado. El Atlético Nacional, el equipo más ganador de la liga de Colombia, atravesaba un buen momento bajo el mando del entrenador argentino Pablo Repetto. Inexplicablemente, la directiva verdolaga le dió las gracias y comenzó la búsqueda de un nuevo prospecto para dirigir al conjunto de Medellín.
Efraín Juárez apenas había sido auxiliar de algunos equipos. Del New York City FC, del Portland Timbers, del Standard de Lieja en Bélgica y del Brujas del mismo país europeo. Se veía poco probable que le dieran una responsabilidad tan grande como la de Dirigir al Atlético Nacional. En Colombia hay muy pocos antecedentes de mexicanos involucrados con el futbol.
Para sorpresa de todos, lo nombraron director técnico. De inmediato cambiaron las cosas.
Pero su mandato estuvo lleno de controversias. Sus airadas celebraciones, según la policía colombiana, provocaron a hinchadas contrarias. Lo arrestaron después de un partido de copa contra el Independiente de Medellín por un festejo provocativo. La sanción original fue de vetarlo de todos los estadios colombianos durante 4 años. Juárez apeló y procedió.
Tras la polémica, calló a todos sus detractores. Campeón de copa y de liga. Un hito histórico.
Las celebraciones de ambos logros dieron a entender que Efra se mantendría mucho tiempo en Colombia. Pero no fue así.
Esta semana presentó su renuncia con carácter de irrevocable.
Las razones tendrían que ver con que la directiva del club tomó decisiones deportivas en cuanto a la formación de la plantilla. Esto no le pareció a Efra y presentó su renuncia poniendo fin a una fugaz y bizarra estancia en Colombia.
De ser arrestado a ser campeón a luego renunciar, Efraín Juárez tuvo un paso por Colombia que ni Gabriel García Márquez hubiera imaginado.