Tras los esfuerzos que el gobierno de Andrés Manuel López está haciendo para que la empresa energética cumpla con sus objetivos, la titular de la secretaria de Energía pidió a las calificadoras de riesgo ser "responsables y serias" al evaluar.
Las calificadoras han puesto bajo la lupa a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo y han advertido que podría perder su grado de inversión debido a su persistente flujo de caja negativo y la necesidad de ingentes inversiones en exploración y producción para reponer sus declinantes reservas.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo a la agencia de noticias Reuters estar en desacuerdo con las críticas de algunas calificadoras al plan para destinar hasta 8,000 millones de dólares en la construcción de una refinería de Pemex, en vez de invertir en áreas clave y en rehabilitar las otras deterioradas seis refinerías.
"Las calificadoras no pueden bajar o subir de acuerdo a intereses políticos", dijo en una entrevista telefónica. "Las calificadoras deben de ser muy responsables y serias y nosotros apelamos a eso".
"Si Pemex no estuviera cumpliendo sus pagos, no estuviera cumpliendo sus metas de inversión, si no se estuviera haciendo todo el esfuerzo que está haciendo el Gobierno tendrían razón, pero no tienen razón", agregó, detallando que tanto ella como directivos de la firma se han reunido con algunas agencias.
La funcionaria dijo que las agencias deberían tomar en cuenta que Pemex, como se prometió, no recurrió a una deuda nueva en el primer trimestre, que fue reducida su carga fiscal y que ya se cuenta con dinero para iniciar la construcción de la refinería.
"Todas esas acciones deben de beneficiar la calificación de Pemex", sostuvo.
El presidente anunció el jueves que fue declarada desierta una licitación, en la que sólo participaron firmas extranjeras para elegir al constructor de la nueva refinería. Algunos bancos y calificadoras dijeron que el proyecto podría dilatarse y tener mayores costos si lo asume el gobierno y Pemex, como se anunció.