Fue arrestado en un operativo antidrogas donde un agente se hizo pasar por traficante. El detenido de 36 años fue procesado el miércoles por la noche. El departamento de policía suspendió al Bailey, quien llevaba 12 años de servicio.
Actualmente no está completa la acusación formal, sin embargo, si se le encuentra culpable podría alcanzar una pena de hasta 15 años de prisión.
John M. Ryan, fiscal interino de Queens, informó que el 27 de agosto el inculpado se reunió con una persona que supuestamente era traficante de drogas, no obstante, se trataba de un oficial encubierto con el cual pretendía hacer negocios.
Bailey recibió un porcentaje de los kilos transportados, por este motivo se le acusa de posesión criminal en primer grado de una sustancia controlada, asimismo, se le señala de conspiración en segundo grado por los sobornos que recibió y mala conducta oficial.
El comisionado de policía en Nueva York, James O´Neill, manifestó “los investigadores de primera clase de la Oficina de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Nueva York identificaron a un oficial que presuntamente traicionó su juramento sagrado al departamento y a la ciudad y construyeron un caso para eliminarlo”.
“Cuando un policía intencionalmente mancha la placa portada orgullosamente por miles antes que él, deberá rendir cuentas tonto como la ley exija”.
James O´Neill.
Debía transportar la droga a un estacionamiento en otro punto de Queens, por este acto le pagaron dos mil 500 dólares. El 12 de septiembre Bailey se volvió a reunir con el mismo oficial encubierto, sin embargo, en esta ocasión le dieron 10 mil dólares por hacer una entrega similar. Él nunca sospechó nada al respecto y la policía tuvo los argumentos suficientes para arrestarlo.
El guardia comenzó a custodiar a Emma Coronel en la segunda parte del juicio de el Chapo, que se efectuó en enero del año en curso.
Los medios de comunicación estaban encima de la esposa de Joaquín Loera, incluso no se le dejaba caminar por la Plaza Cadman, lugar donde se encuentra la Corte Federal del distrito este de Nueva York. Por este motivo Bailey se convirtió en su guardia de seguridad y también de una de las abogadas del capo.