En otras palabras, México tal vez sea uno de los frentes más importantes, pero de ninguna manera es el único que abrió el presidente Trump. Su mandato será una verdadera reingeniería de las políticas económicas, ecológicas tecnológicas y sociales a nivel global. La revolución trumpista está en marcha.
Y lo único que puede garantizarse es que el mundo será muy distinto cuando Trump concluya su mandato en cuatro años.