De madrugada, un hombre llamado Apolonio se coló en un campo de brócolis de San Miguel Tianguistenco, en Puebla, y tomó algunos porque tenía hambre. Al ser descubierto, las personas pensaron que había entrado a robar la tubería de los cultivos y lo que vino después es de una crueldad, de una falta de humanidad absoluta. En cuestión de horas el rumor se dispersó por todo el pueblo y Apolonio terminó siendo acusado de robo, golpeado, vejado y quemado frente a los ojos de 150 personas. Cuando las autoridades llegaron, lo trasladaron al hospital de San Martín Texmelucan y murió. Apolonio fue linchado por tener hambre. ROBÓ UNOS BRÓCOLIS Y EL PUEBLO LO LINCHÓ | EDITORIAL DE ADELA MICHA