Anaya afirma que las elecciones son lecciones, y que la última nos dejó por lo menos tres importantes aprendizajes. El primero es que las alianzas sí funcionan. A pesar de que “hubo derrotas dolorosas a nivel de gubernaturas” para la alianza opositora, la unión de esfuerzos entre PAN, PRI y PRD fue “muy efectiva a nivel legislativo”.
El segundo aprendizaje, dice Anaya, se traduce en que “gracias a la alianza opositora, Morena perdió la mayoría en la Cámara de Diputados”, y explica que antes, “Morena tenía más de la mitad de los votos: tenía 253 diputaciones, ahora solo tendrá 197. Esto significa que ya no pueden cambiar las leyes sin el voto de otros partidos”.
Advierte que “aun en el caso de que Morena lograra conservar su alianza con el Partido Verde y con el PT, solo podrían hacer cambios a las leyes secundarias, pero quedaron lejísimos, lejísimos de los 333 votos necesarios para reformar la Constitución”.
Y enfatiza que “esto es una gran noticia. No van a poder desaparecer al INE como prometieron y seguirá habiendo elecciones democráticas, donde la gente siga teniendo la última palabra con el poder de su voto”.
Por último, la lección principal radica en la certeza de que “sí se puede derrotar a Morena”. Al respecto, argumenta que “si sumamos el porcentaje de votación de Morena y los dos partidos que actualmente son sus aliados, el domingo alcanzaron el 48%; pero si sumamos el porcentaje de votación de los partidos no subordinados a Morena, la suma es de 52%”.
Por lo tanto, “somos más los que no estamos de acuerdo con mucho de lo que está haciendo la llamada 4T. Somos más los que queremos un cambio en el país”. Y aunque reconoce que “hoy por hoy, el país está dividido” y que “falta mucho por hacer”, considera que “el esfuerzo desplegado en esta elección valió la pena”.
Prueba de ello son los resultados en la Ciudad de México. “La estrepitosa derrota de Morena en lo que era su bastión histórico nos habla de un cambio que ya está en marcha y que nadie podrá detener”.
Lo que debemos hacer ahora, concluye Anaya, es “prepararnos para la elección presidencial de 2024. Llegó el momento de que dejemos el oponer, para dedicarnos principalmente a proponer”.