Es Claudia… La que debiera apegarse estrictamente a lo que dice la ley… Porque un nuevo frente de batalla contra el Instituto Nacional Electoral, el INE, se ha abierto… Pero esta vez no desde Palacio Nacional… Sino por la jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum… Sin embargo, el presidente López Obrador no se quedó al margen… Avivó el fuego en esta batalla al defender a su “corcholata”... Y aprovechó la oportunidad para atacar nuevamente al árbitro electoral… Y a ver, hay que decirlo claro, este tipo de peticiones son una anomalía en las reglas del juego democrático en México… Es decir, cualquiera debería poder mostrar su apoyo y que la materialización del mismo sea sujeta a fiscalización… Sin embargo, la Ley es la Ley y los primeros obligados en cumplirla deberían ser los gobernantes… Porque tampoco hay que mirar tan atrás… Los mismos que antes exigieron una y otra vez que quienes estaban en el poder no inclinaran la balanza en favor de un partido o un candidato, son ahora gobierno y están haciendo lo mismo…Pero no nos distraigamos… Tanto el Presidente como la Jefa de Gobierno evitaron hablar del tema central… Del fondo de este asunto… ¿De dónde está saliendo el dinero para mandar a pintar tantas bardas y poner esos espectaculares en favor de Claudia Sheinbaum?... Sin contar los viajes semanales de la Jefa de gobierno a los estados… Pero aquí hay que tener presente una cosa muy importante: el blindaje que da la popularidad no se hereda…