En entrevista para “Me lo Dijo Adela”, Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19, habló sobre el reciente asesinato de Roberto Figueroa. Expresó que esta agresión marca un cierre de sexenio decepcionante, en donde México sigue encabezando las listas como el país más peligroso para ejercer el periodismo. “Evidentemente, México está en un infame primer lugar en el ejercicio periodístico en el continente”, aseguró.
Señaló que en México, silenciosamente van matando periodistas y que esto tiene un impacto en un supuesto estado de derecho. “De facto, la gente no se puede manifestar, no se puede expresar a través de sus medios de comunicación. Se han configurado verdaderas zonas silenciadas”.
Sobre las cifras de este mandato, el experto señaló que se han registrado 3 mil 242 agresiones contra la prensa en lo que va del sexenio de López Obrador. Incluso, informó que durante todo el gobierno de Enrique Peña Nieto, fueron 2 mil 502 agresiones, es decir, más del 50% respecto al sexenio anterior. “Ya tiene el récord infame del año más violento en contra de la prensa (2022) con casi 700 agresiones. Hoy estamos viendo en el contexto electoral mucha violencia contra la prensa. Estaremos viendo los mismos niveles de 2023. Esto nos pone una respuesta hacia la nueva jefa de estado ¿Qué va a hacer? ¿Va a seguir el discurso estigmatizante contra los periodistas?”
También se refirió a la retórica del gobierno federal que continuamente culpa de que esta situación se trate de una “violencia heredada” por las administraciones anteriores. Toda violencia es condenable, pero el elemento adicional aquí es que “matan a los periodistas en México por publicar, el asesinato de periodistas afecta a las víctimas y a sus familias pero afecta a la sociedad porque limita nuestra libertad de expresión. Ya nadie retoma el periodismo en las comunidades donde se asesinan a periodistas”, agregó.
Por otro lado, identificó que si bien la mayor cantidad de agresiones se registran en la Ciudad de México, las zonas más peligrosas para ejercer el periodismo son Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, y Guerrero; en este último, afirma que ha habido amenazas masivas a periodistas que los han obligado a irse de sus comunidades para evitar una agresión.
“Más allá de términos cuantitativos, porque la CDMX tiene el mayor número de agresiones, estos estados son donde se han registrado los actos más violentos. Se van formando estas zonas de silencio que van creciendo como una epidemia”.
Leopoldo sostiene que las conferencias mañaneras del Presidente López Obrador también le han hecho mucho daño a la sociedad, especialmente la sección de “quién es quién en las mentiras”. “El Estado no puede hacer auditorías de contenido de medios, el estado no puede establecer un criterio de verdad. El nivel de arbitrariedad al que se somete el ejercicio periodístico cuando el estado decide lo que es verdad y lo que no, es un franco retroceso democrático”, apuntó. Esto se vuelve aún más preocupante teniendo en cuenta que una de cada dos agresiones son cometidas por funcionarios públicos.
Leopoldo señaló que la violencia contra los periodistas no es una situación endémica en nuestro país. Asegura que “México está inmerso en una dinámica de violencia contra la prensa y en general contra las voces disidentes, muy similar a la situación en el resto de Latinoamérica. Hay que marcar la violencia en contra de la prensa en un contexto regional”, donde hay gobiernos como el de El Salvador, Colombia y Argentina que agreden sistemáticamente a los comunicadores.
Por último, sobre los mecanismos que ofrece el estado para brindar protección a periodistas y defensores de derechos humanos, Leopoldo detalló que al menos 2 mil personas están pidiendo protección a Gobernación por las amenazas que han recibido, y aclaró que “no es suficiente”. Del otro lado, puntualizó que las agresiones en México mantienen el 98% de impunidad, por lo que se pregunta si puede existir un mecanismo para atender ese porcentaje de agresores que resultan absueltos.
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