En este país hay 30 millones de personas sin acceso a la salud y un inmenso problema de desabasto de medicinas... Pero también hay unas elecciones que se avecinan... Por ello, el presidente López Obrador ha hecho lo que mejor sabe hacer... Prometer que resolverá el asunto con un proyecto que suena casi imposible... López Obrador ya no sólo construye castillos en el aire, como aquel de que nuestro sistema de salud sería igual al de Dinamarca... Ahora también sueña con una mega-farmacia, que parece tan absurda como insultante... Y sí, insultante es la palabra... Sobre todo para las familias que llevan años padeciendo el desabasto... Las mismas a las que este gobierno primero desconoció y que después salió el entonces subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, a decir que eran parte de un golpeteo político... Pero meses después fue el mismo Presidente quien terminó reconociendo la legitimidad del problema... A todas esas familias que tienen que quitar dinero de la despensa por pagar medicinas... A quienes se han aliado con otros pacientes para conseguir lo que necesitan para seguir viviendo... A todas ellas el Presidente les ha prometido una farmacia gigante como solución... Esta promesa llega luego de varios intentos fallidos del gobierno para solucionar el problema del desabasto, que detonó por la desaparición del Seguro Popular... Primero, en 2021, se buscó que la compra de medicinas estuviera a cargo de la agencia de Naciones Unidas conocida como "UNOPS"... Pero la tarea era titánica y finalmente el gobierno terminó el contrato... En 2022, trasladó la responsabilidad de hacer llegar los medicamentos al Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi... Pero nuevamente fue un fracaso y esa institución ya ni existe... Este año fue disuelto y sus atribuciones pasaron al IMSS-Bienestar...