A través de un método laberíntico, la alianza opositora, conformada por PRI, PAN y PRD, busca elegir a su candidato presidencial… Van contrarreloj con las “corcholatas” de la 4-T, que están ya en su segunda semana de recorridos por el país… Pero todavía resulta más crítico que cuando aún no se había hecho oficial el método, varios aspirantes se bajaron del barco… El proceso elegido es una carrera de obstáculos donde tal vez no gane el mejor perfil, sino el que tenga más dinero y mejor manejo clientelar… La oposición busca ungir un candidato en tiempo récord… Un perfil que pueda conseguir 150 mil firmas, que pase una serie de filtros como estudios de opinión y encuestas, cuyas reglas son todavía nebulosas… Participar en foros regionales y uno nacional… Además de ganar votaciones internas… Lo que buscan es fuera de serie, pero también será un ejercicio en el que los participantes deberán gastar mucho dinero… Antes de que los dirigentes del PRI, PAN y PRD anunciaran formalmente su método, hubo voces que acusaron que como siempre en la política mexicana, los métodos cupulares de partidos cerraban el paso a la ciudadanía… Así lo hizo saber el académico Sergio Aguayo, quien renunció a la invitación del Frente Cívico Nacional para formar parte de un Comité Electoral Ciudadano, porque fue por la prensa como se enteró de cuál sería el método y acusó que los ciudadanos sin partido quedarían sometidos a las reglas y voluntad del PRI-PAN-PRD…