
Apenas el tráiler se volcó y la caja se abrió, los primeros curiosos se convirtieron en saqueadores. Fue en la carretera federal Toluca-Atlacomulco, justo en la zona conocida como puente San Bernabé, en el municipio de Almoloya de Juárez.
La unidad circulaba con dirección a Ixtlahuaca. Llevaba cientos de cajas con galletas y pan empacado. El operador perdió el control al tomar una curva cerrada. La carga terminó sobre el pavimento. El conductor resultó herido, pero sin lesiones graves.
Lo que siguió ya se difunde en redes: una rapiña sin vergüenza y sin obstáculos.
Llegaron primero… pero no para ayudar
Antes que llegaran ambulancias o policías, vecinos de colonias cercanas aparecieron en el sitio con mochilas, costales y hasta carritos de supermercado. Comenzaron a recoger todo lo que encontraban: cajas cerradas, paquetes sueltos, incluso parte de los anaqueles de metal que iban dentro del tráiler.
Algunos grababan, otros corrían. Los niños ayudaban a cargar y no hubo quien lo impidiera. Para cuando la Guardia Nacional llegó ya era tarde.
Tráfico detenido y silencio institucional
El accidente provocó el cierre total de ambos sentidos de la carretera. Hubo filas de autos, camiones varados, desvíos improvisados. El retiro del tráiler duró más de dos horas.
Hasta el momento, la Fiscalía del Estado de México no ha informado si se abrió alguna carpeta de investigación. Tampoco se reportan detenidos.
Una escena que se repite
Lo ocurrido en Almoloya de Juárez no es un hecho aislado. Volcaduras similares han terminado en saqueo en distintos puntos del país. Desde electrodomésticos hasta botellas de refresco. La lógica se repite: el accidente activa el oportunismo, y la respuesta oficial llega tarde o simplemente no llega.
Aunque este tipo de acciones son consideradas un robo, casi nunca hay consecuencias.
El tráiler ya fue retirado. La carretera volvió a su rutina. Pero la escena de descaro, perdurará en las redes sociales.