
La escena se repite una vez más en el sur del país. Un tráiler cargado con refrigeradores volcó la mañana del miércoles sobre la carretera federal 190, en el tramo que conecta La Ventosa con San Pedro Tapanatepec, a la altura del kilómetro 21. Aunque el accidente no dejó personas lesionadas, en cuestión de minutos el lugar se convirtió en el epicentro de una rapiña multitudinaria.
El vehículo siniestrado —de doble remolque— transportaba línea blanca con destino comercial. Según reportes preliminares, el conductor habría sido vencido por el cansancio, lo que provocó que la unidad perdiera el segundo remolque, el cual salió del camino y volcó fuera de la cinta asfáltica. A pesar de que el operador logró mantener el control del primer remolque, la carga quedó expuesta en plena carretera, muy cerca del acceso a la comunidad de Santo Domingo Ingenio.
En lugar de ofrecer auxilio, decenas de personas comenzaron a llegar al sitio, muchas de ellas provenientes de poblaciones cercanas. Algunos llegaron a pie, otros en camionetas o motocicletas. Lo que siguió fue el despojo sistemático del contenido del tráiler. En redes sociales circularon imágenes de hombres, mujeres y hasta menores cargando refrigeradores de gran tamaño, arrastrándolos por el pavimento o subiéndose a las cajas del tráiler para extraer la mercancía.
La caja del segundo remolque no se había abierto por completo, pero fue vaciada casi en su totalidad. El saqueo fue tan rápido que, cuando llegaron elementos policiacos y personal de la Guardia Nacional —División Caminos— ya nada pudo hacerse para contener el robo. Tampoco hubo personas detenidas.
De acuerdo con versiones recabadas en el sitio, el conductor del tráiler decidió abandonar la escena para evitar ser agredido o que también fuera saqueado el primer remolque, que logró estabilizar. Personal de una empresa de grúas acudió más tarde para retirar la unidad siniestrada.
La empresa propietaria del cargamento reportó pérdidas millonarias, al tratarse de electrodomésticos de alto valor comercial. A pesar de que este tipo de robos son considerados delito, la rapiña en accidentes de transporte se ha vuelto una práctica común en distintas regiones del Istmo de Tehuantepec, donde cada volcadura se convierte en una oportunidad para el saqueo.
En redes sociales, usuarios expresaron su indignación ante los videos viralizados del robo masivo, mientras que otros intentaron justificar la acción señalando “usos y costumbres” de algunas comunidades. Sin embargo, organizaciones ciudadanas y empresariales han pedido que se legisle con mayor firmeza este tipo de actos, ya que afecta directamente al sector transportista y normaliza un comportamiento delictivo.
La rapiña, advierten expertos en seguridad, representa no solo un problema legal, sino un riesgo de seguridad para quienes participan en ella, especialmente en situaciones donde hay carga química, materiales pesados o tránsito activo en la vía.
Lo ocurrido este miércoles en Santo Domingo Ingenio no fue un hecho aislado. Fue un reflejo del deterioro social que, ante la falta de consecuencias, convierte cada accidente en una escena previsible. Saquear no es ayudar. Y cuando eso se vuelve costumbre, el delito deja de parecerlo.