En un trágico suceso que conmociona al estado de Guerrero, el 6 de noviembre de 2024, autoridades mexicanas encontraron una camioneta abandonada con 11 cuerpos en su interior, entre ellos dos menores de edad, en un camino rural cercano a Chilpancingo, la capital del estado. El hallazgo se suma a una serie de episodios violentos que han afectado gravemente a la región, la cual ha sido durante años escenario de enfrentamientos entre grupos criminales rivales, a menudo ligados al narcotráfico.
📍 #FGEGuerrero investiga el delito de homicidio calificado en agravio de once personas en Chilpancingo.
— FGE Guerrero (@FGEGuerrero) November 7, 2024
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La camioneta, una SUV de color oscuro, fue descubierta en las primeras horas del día por habitantes de la comunidad de Petaquillas, un pequeño poblado a las afueras de Chilpancingo. Alarmados por la presencia del vehículo abandonado y por el fuerte olor que emanaba del mismo, los vecinos alertaron a las autoridades. Al llegar al lugar, elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional confirmaron la espantosa escena: 11 cuerpos amontonados dentro del vehículo. Entre las víctimas se encontraban dos menores de edad, lo que ha aumentado la indignación de la población.
Los cuerpos mostraban claros signos de violencia, algunos presentaban impactos de bala y otros, señales de tortura, lo que apunta a que fueron ejecutados antes de ser abandonados. Según los primeros informes de las autoridades forenses, las víctimas habrían muerto al menos 24 horas antes de ser encontradas, lo que sugiere que el crimen pudo haber ocurrido la noche anterior. Hasta el momento, ninguna de las víctimas ha sido identificada, aunque se presume que pudieran estar relacionadas con actividades ilícitas en la región, dado el modus operandi de este tipo de ejecuciones.
La fiscalía estatal de Guerrero ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables de esta masacre. Las primeras líneas de investigación apuntan a que el crimen podría estar relacionado con disputas entre grupos del crimen organizado que operan en la zona. El estado de Guerrero, y particularmente la región de Chilpancingo, ha sido escenario de una escalada de violencia en los últimos años, en gran medida atribuida a la pugna entre diferentes cárteles de la droga y organizaciones criminales locales que buscan controlar las rutas del narcotráfico y otras actividades ilegales, como la extorsión y el secuestro.
Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, condenó el acto a través de sus redes sociales, calificándolo como un "crimen atroz" y prometió que no descansarán hasta encontrar a los culpables. También hizo un llamado al gobierno federal para que intensifique los esfuerzos de seguridad en la región. El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas durante su conferencia matutina, reiterando su compromiso de combatir la violencia en el país mediante programas sociales y el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad.
Guerrero ha sido, durante mucho tiempo, uno de los estados más violentos de México. La combinación de pobreza, marginación social, y la fuerte presencia de grupos criminales ha hecho que el estado sea particularmente vulnerable a la violencia. En los últimos años, la situación en la región de Chilpancingo ha empeorado, con una creciente disputa entre grupos criminales locales que buscan controlar territorios estratégicos para el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno federal y estatal, la violencia en Guerrero continúa afectando gravemente a la población. La implementación de la Guardia Nacional, cuerpo de seguridad creado en 2019, no ha logrado reducir significativamente los índices de homicidios en el estado. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Guerrero se encuentra entre los estados con mayor tasa de homicidios en México.
La noticia del hallazgo ha generado una profunda indignación en la sociedad guerrerense. Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos han alzado la voz para exigir justicia y una mayor intervención por parte de las autoridades. Especialmente dolorosa ha sido la presencia de menores de edad entre las víctimas, lo que refleja la crueldad e impunidad con la que operan los grupos delictivos en la región.
Este suceso subraya la urgente necesidad de medidas más efectivas para combatir la violencia en Guerrero, así como una estrategia integral que aborde las causas subyacentes del problema, como la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción, factores que alimentan el ciclo de violencia en el estado. Mientras tanto, la comunidad de Chilpancingo y el resto de Guerrero siguen viviendo bajo el temor de la violencia, esperando que algún día llegue la paz a sus tierras.