Después de casi seis décadas sobre los escenarios, Rod Stewart sigue seduciendo con su voz rota y su extravagante estilo. Precisamente en julio ha visitado España con una serie de conciertos en los que ha demostrado que su excesiva personalidad sigue intacta. Convertido en una leyenda del rock, el británico vive a caballo entre su tierra y Los Ángeles (Estados Unidos). Allí, en la costa californiana, se encuentra el refugio de Rod Stewart, un impresionante palacete que parece de la realeza y que lleva impresa su marca.
Adquirió esta propiedad en Beverly Hills en 1991, y la diseñó a medida con la ayuda del arquitecto de las estrellas, Richard Landry. Con una extensión de hectárea y media, incluye dos casas, que suman 13 habitaciones y 19 baños. La fachada principal, sobre la que se perfila una fuente cascada, tiene un llamativo color amarillo y una majestuosa entrada que da acceso al gran vestíbulo.
Este, construido en doble altura en mármol blanco, marca el comienzo de una mansión, de 2.600 m², donde reina el maximalismo. Enseguida destacan dos salones con un diseño de interiores clásico y ostentosas ornamentaciones en los techos. Muy cerca, una cocina gourmet; el exquisito comedor con capacidad para 20 personas, y dos bares, uno al estilo clandestino.
Como inglés, Stewart construyó un salón de té, presidido por una enorme chimenea. Una grandiosidad que también se aprecia en los óleos renacentistas o en los pisos con incrustaciones de madera. Una escalera doble conduce a las habitaciones, incluida la suite, con dos baños y una terraza con vistas a la piscina.
Esta última enmarca la zona verde de 12.000 m², que dispone también de una elegante sala de barbacoa y un campo de fútbol privado, donde el cantante recuerda su pasado como futbolista. En este exclusivo rincón, que la estrella musical adquirió por 11 millones de euros y que hoy alcanza los 64, acoge a su numerosa familia formada por 8 hijos de cinco mujeres y sus tres nietos.
