Pedro Y El Lobo se enorgullece en presentar Pedro Y El Lobo Presenta: No se trata de un error de redacción. Ese es el título de la compilación en vivo que lanzan para celebrar el décimo aniversario de su proyecto como sello independiente, estudio de grabación y promotora de conciertos. Las canciones del álbum fueron seleccionadas de conciertos y sesiones que han producido a través de los años.
Pedro Y El Lobo Presenta: ya está disponible en Bandcamp durante 2 meses. Todo lo recaudado en este tiempo será donado a la Banda Filarmónica Municipal de Ayutla, comunidad Mixe que actualmente se encuentra en resistencia luchando por el agua, después de que su manantial fuera tomado violentamente en 2017. Esta es una iniciativa realizada en conjunto con la Asociación Civil, El Día Después.
Una vez transcurridos los dos meses, la compilación se publicará en todas las plataformas digitales. Las regalías obtenidas de streaming y descargas serán donadas periódicamente a causas relacionadas a luchas indígenas y poblaciones jóvenes en riesgo, nuevamente en colaboración con El Día Después.
La historia de Pedro Y El Lobo comenzó a principios de 2010 cuando un grupo de amigos consiguió un espacio en la Colonia Condesa de la Ciudad de México. Un departamento lleno de basura y muebles viejos se convirtió pronto en un lugar de encuentro para crear, grabar y producir música. Entre el reto de establecer el estudio como negocio y el sueño de estampar su visión artística en una disquera, la música en vivo fue la forma en la que Pedro Y El Lobo se convirtió en una comunidad. En pequeños conciertos en casas y jardines comenzaron a construir una audiencia y colaborar con artistas nuevos.
En esta compilación intentan capturar un poco de las distintas etapas que han atravesado en la búsqueda por generar escenarios que permitan una verdadera conexión entre el artista, el público y PYL.
"En 2013 pensamos: 'si nadie más va a traer a Alexi Murdoch a México, hagámoslo nosotros' y así nació la serie Ordinary People, creada en colaboración con Natalia Escobar y el Lunario del Auditorio Nacional. El Lunario fue como una segunda casa durante esos años. Su confianza nos permitió aprender, crecer y colaborar con otras grandes influencias como Balmorhea, The Album Leaf y Patrick Watson. Aquellos fueron los conciertos más grandes que hicimos, tratando de transmitir nuestro entendimiento de la música en vivo con el concepto de #SilentConcert.
A partir de ahí, quedó claro que los eventos tenían que evolucionar hacia algo más íntimo, sencillo y cercano. La idea era que la atención y el silencio no fueran pedidos por Pedro Y El Lobo, sino que nacieran de forma natural, como un diálogo entre la música y la escucha. Nos hemos dado cuenta que el concierto perfecto no existe, pero a veces en un determinado momento – en un jam intenso o una melodía casi inaudible... ya sea con 200 personas en un teatro o con 30 sentadas en el piso de un bar – sucede algo mágico, trascendente e inexplicable que por sí solo vale el esfuerzo de una década."
Por último, este disco –más que de música– está hecho de amistad. En algún momento Low Roar, The Go Rounds, Lázaro Cristóbal Comala, Hanging Valleys, Jesse Beaman, Joaquín García o Matt Kivel sólo eran nombres escritos al lado de “Pedro Y El Lobo presenta:” en un poster. Hoy, todos ellos son miembros de la disquera y juntos forman una pequeña familia dispersa por el mundo. Un concierto fue tan sólo el inicio de colaboraciones mucho más profundas que los han visto lanzar discos geniales, planear giras memorables y formar amistades que importan mucho más que cualquier proyecto artístico.
