En el reglamento de la Federación Europea de Balonmano se estipula que los jugadores varones pueden utilizar short largos 10 centímetros arriba de las rodillas como uniforme, sin embargo, en la rama femenil la regla pide que las competidoras utilicen "bikinis con talla ajustada, corte en ángulo ascendente hacia la parte superior de la pierna y el lado ancho debe tener un máximo de 10 centímetros".

Esto genera un problema para las competidoras pues además de ser una prenda incómoda, no toma en cuenta factores como el periodo de menstruación de las atletas. Sin mencionar la sexualización a la que están expuestas durante el juego.

Es por esto que las jugadoras de balonmano de Noruega decidieron competir con pantalón corto, sin embargo, la Federación ha decidido multarlas con 1,500 euros (35,415 pesos mexicanos apróximadamente), incluso amenazó con descalificarlas de toda competencia si su protesta continúa. La polémica se debe a que esta prohibido en el reglamento cambiar el uniforme. 

Kare Geir Lio, presidente de la Federación de Noruega, anunció que le dará a las deportistas su total apoyo por lo que pagará la multa y apelará la decisión ya que Noruega había mencionado su inconformidad con el uniforme desde el año 2006 sin resultado alguno.

Lio sostuvo que no existe una razón para que las atletas usen solamente bikini ya que son ellas las que deberían poder escoger que ropa usar durante los partidos.

Jessica Rockstroh, portavoz de la Federación Internacional de Balonmano, dijo desconocer el motivo de esta norma, por lo que el hecho será investigado de manera interna ya que nadie se había quejado oficialmente antes, incluso aseguró que a nivel mundial a las competidoras les gusta jugar en bikini sobre todo en Sudamérica.