Los ajolotes no solo representan una especie emblemática en México, sino que han despertado gran interés entre investigadores y ambientalistas, quienes advierten sobre su posible desaparición en los próximos años. La situación es especialmente preocupante en los canales de Xochimilco, donde un plan de conservación ha sido anunciado para evitar su extinción.
En 1998, un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) reveló que había alrededor de 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado en el lago de Xochimilco. Sin embargo, en 2014, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través del Instituto de Biología (IB), detectó que esta cifra había disminuido drásticamente a solo 35 ajolotes por kilómetro cuadrado. Recientemente, en un comunicado del 28 de octubre de 2024, la UNAM advirtió que modelos matemáticos predicen que, para el año 2025, los ajolotes podrían desaparecer por completo de Xochimilco.
#BoletínUNAM Los ajolotes podrían desaparecer en los canales de Xochimilco en 2025. Su población en vida silvestre decae rápidamente por contaminación y aumento en la temperatura del agua, y especies introducidas como la tilapia y la carpa: #ExpertaUNAM > https://t.co/U1Kx7GLdqk pic.twitter.com/jnzoOSIKmG
— UNAM (@UNAM_MX) October 28, 2024
El ajolote es un anfibio que vive en el agua durante la mayor parte de su vida, respirando a través de branquias. En su fase adulta, algunos individuos desarrollan pulmones y se vuelven parcialmente terrestres. México es el país con mayor diversidad de ajolotes, contando con 17 especies. Sin embargo, la situación del ajolote en Xochimilco es crítica. El investigador del Instituto de Biología de la UNAM, Horacio Mena González, alertó el 1 de febrero de 2023 sobre la drástica reducción en la población de ajolotes en Xochimilco.
Rubén Rojas, también investigador del IB, explicó que los principales factores que amenazan al ajolote son la contaminación del agua, el crecimiento urbano descontrolado y la presencia de especies exóticas invasoras, como la tilapia y la carpa, que han afectado negativamente a la población. Rojas subrayó que estos factores han llevado al ajolote a estar clasificado como una especie en peligro de extinción.
Ante esta situación alarmante, Tania J. Porras Gómez, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM, destacó que la población de ajolotes en Xochimilco ha disminuido debido a la contaminación del agua, el aumento de la temperatura y la presión humana. Para combatir esta crisis, la investigadora presentó un plan enfocado en una característica única del ajolote: su capacidad de regeneración.
Porras Gómez señaló que una de las cualidades más notables del ajolote (Ambystoma mexicanum) es su capacidad para regenerar órganos vitales como el corazón, el hígado, la piel e incluso las extremidades. Sin embargo, aún no se ha comprobado si esta capacidad se extiende a sus órganos reproductores. En 2021, la investigadora inició un estudio para explorar si los ajolotes pueden regenerar sus órganos reproductivos, lo cual podría ser clave para su preservación.
El estudio de Porras Gómez se centra en las células testiculares de los ajolotes, analizando su capacidad para generar espermatozoides con información genética viable. Los resultados preliminares han identificado reservorios de células germinales que podrían utilizarse para la regeneración, en caso de ser necesario. Aunque aún falta comprobar este proceso en los órganos reproductores, los hallazgos hasta ahora son prometedores.
Norma Moreno Mendoza, del IIBO, también participa en el proyecto y ha propuesto la creación de un repositorio de germoplasma, que contendría muestras genéticas de ajolotes provenientes de diversas instituciones y centros de investigación. Este repositorio serviría como una reserva genética para futuras investigaciones y para la conservación de la especie.
Además de los esfuerzos en laboratorio, el investigador Luis Zambrano González y su equipo del Instituto de Biología de la UNAM trabajan directamente con los chinamperos de Xochimilco para proteger las zonas menos alteradas por la actividad humana. En estos espacios, se han reintroducido algunos ejemplares de ajolotes, con el objetivo de que vivan en libertad en su hábitat natural.
El esfuerzo conjunto entre investigadores, chinamperos y autoridades busca garantizar la supervivencia del ajolote, una especie fundamental para el ecosistema de Xochimilco y un símbolo cultural de México. Si las medidas actuales tienen éxito, es posible que el ajolote logre recuperarse y evitar su extinción inminente.