Adela Micha platicó con Cinthia Ramírez, mexicana que compartió su experiencia de vivir en Afganistán. 

La originaria de Toluca, contó que ella siempre “fue el dolor de cabeza de sus papás”, por lo que esta propuesta de matrimonio con un afgano, lo tomó “como una aventura”.

Contó que fue a Londres a casarse para después iniciar con el proceso para sacar su visa para poder viajar a Afganistán, debido a que la familia de su esposo la quería conocer.

“Me hicieron firmar una carta por si me metía a un área de riesgo. Llegué a Afganistán con mucho miedo”.

Sobre la situación de las mujeres en Afganistán, Ramírez contó que ellas tienen acceso “a maquillaje, peinados, ropa, son extremadamente vanidosas y su ropa es divina”.

Y comentó que ella se salía sola de su casa “sin un hombre o tutor”.

“En Afganistán están acostumbrados a casarse entre ellos. A mi esposo le tocaba casarse con una prima”.

A pesar que permaneció poco tiempo con su esposo en Afganistán, dijo que sí quiso a su esposo. 

“Creo que sí, sí lo quise, pero como no estaba con él lo odiaba, me dijo tengo que trabajar y se regresa a londres al mes”.

Respecto a la situación actual en Afganistán, aseguró que las niñas acuden con normalidad a la escuela y los adultos al trabajo.

Pese a este panorama, afirmó que no volvería a vivir en Afganistán.

“No regresaría a vivir a Afganistán, pero pediría ese respeto a su cultura”.