Joe Biden, presidente de Estados Unidos, prohibió que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detenga a migrantes que se encuentren embarazadas, así como en periodo de lactancia o que estén en recuperación postparto, esto considerando hasta un año después de haber dado a luz.

Con esta nueva medida se revierte la política del expresidente Donald Trump, en donde se eliminaba la presunción de liberación para las extranjeras embarazadas, retomando una similar que fue adoptada en la administración de Barack Obama, esta únicamente consideraba a las mujeres embarazadas.

De acuerdo con ‘Milenio’, los elementos de la ICE tendrán que considerar de manera cuidadosa el emitir una orden de detención, arresto o detención por violación administrativa de las leyes de inmigración, a una persona que esté embarazada, que atraviese el periodo de posparto o que se encuentre lactando, esto a menos de que existan circunstancias excepcionales.

El ICE deberá de garantizar el bienestar general, incluyendo una custodia regular y reevaluación médica. Entre las excepciones se encuentran cuando un médico ordenó el uso de restricciones por razones médicas, así como cuando existan motivos creíbles y razonables en donde se señale que la persona detenida representa una amenaza seria, ya sea para hacerse daño a sí misma, al personal migratorio o a otros, al igual que cuando existe riesgo inmediato de fuga.

Estas restricciones no son aplicables para las personas que se encuentren en trabajo de paro o alumbramiento activo, en este caso el personal médico tendrá que determinar el método y duración para el uso de restricciones.

Asimismo, ninguna persona que se sepa se encuentra embarazada podrá estar sujeta en una posición boca abajo con ataduras de cuatro puntos, en la espalda o con un cinturón de atadura que apriete el área del embarazo.