Imágenes han revelado que el iceberg A-68A, considerado uno de los más grandes de todos los tiempos, se ha roto en varios pedazos, logrando que dos tramos grandes de hielo se desprendieran del iceberg principal, quedando en mar abierto del Atlántico Sur.

Dicho iceberg se ha ido desplazando hacia el norte desde que se desprendió de la plataforma de hielo Larsen-C en junio de 2017, flotando de manera peligrosa cerca de Georgia del Sur en el último mes.

Los científicos marinos se han mostrado preocupados pues temen que su presencia dañe el frágil ecosistema que se encuentra alrededor de la isla, ya sea por la liberación de agua dulce fría al océano o por raspado de la quilla del iceberg en el lecho marino, de acuerdo con ‘Excélsior’.

De acuerdo con científicos del Centro de Observación y Modelado Polar de la Universidad de Leeds, han detallado que el A-68, tenía 232 m de espesor y 25 m en su punto más grueso, con canales de 30 m de profundidad paralelos a su lado estrecho, siguiendo la dirección en la que la plataforma Larsen fluía hacia al mar antes de que este se rompiera.

Gracias a imágenes capturadas por los satélites Copernicus Sentinel-1 y MODIS de la NASA, los especialistas han encontrado que el iceberg se ha reducido a la mitad, teniendo un área inicial de 5.664 kilómetros cuadrados a tan solo 2.606 kilómetros cuadrados. Los kilómetros perdidos se han convertido en icebergs más pequeños, algunos continúan a flote.

Se estima que el iceberg A-68A se ha adelgazado 31 m y más de 50m, en algunos lugares, siendo aproximadamente una cuarta parte de su espesor inicial, combinados el cambio de espesor y área equivales a una reducción del 64% de su volumen, pasando de 1467 a 526 kilómetros cúbicos.

En la sección más gruesa cuenta con una quilla de 206 metros de profundidad, esto hace que sea poco probable que la sección principal viaje más cerca de la isla, sin embargo, grandes fragmentos que se desprendieron el pasado 21 de diciembre, los cuales son más delgados, cuentan con quillas hasta 50 metros menos profundas, siendo estas las que representan una mayor amenaza inmediata.

Desde su desprendimiento, el A-68 ha presentado un derretimiento de 2,5 centímetros por día, vertiendo 767 metros cúbicos de agua dulce por segundo al océano circundante, esto equivale 12 veces a la salida del río Támesis.